Cambios
Ahora salgo con chicos
más jóvenes
y me drogo mucho más.
Y ahora no me molesta
que los hombres me miren
imaginándome posible
la carne.
Me invitan a los servicios
con sus embolias seminales
y sus miserias de sábado noche.
Con caramelitos en los bolsillos.
Y todo está por hacer.
Que no termine la noche.
Que no termine esta
maldita noche.
Baila,
baila...
Que no termine esta
mentira.