Mi última columna ¿vale!
CRÓNICAS DEL SUDOR (IV)
Hoy toca criminalizar los atentados más sanguinarios al lenguaje, ese que nos hace inteligentes. El otro día, delante de una marisquería pijita y cool ponen una pizarra que reza:"HAY ARROZ CARDOZO". Puede que sea otro tipo de arroz, pero no me atreví a preguntar por no pecar de tocacojones. Me tomo un café y el sobre tiene más faltas de ortografías que azúcar, dice: "El buen café tiene que ser Negro como el diablo; Caliente como el infierno; Puro; como un angel y Dulce como el amor". El día que lo maquetaron tenían una oferta en puntos y comas y mayúsculas: cuenten las faltas (ocho). Pero lo que me exaspera hasta la rabia es la coletilla de moda cada vez que se abre la boca: ¡VALE?!. Sin el supuesto ¡vale! no hay sentencia, no tiene consistencia ningún argumento seguramente estúpido; sin el "vale" eres una piltrafilla parlante. Y escuchas a los catetos escupir varios "vales" en una oración de sujeto y predicado básicos. Yo, ¿vale?, digo, ¿vale?, que somos, ¿vale?, unos analfabetos, ¿vale? Y si pone cardozo, ¿vale?, es que es cardozo y no caldoso, ¿vale?.
Publicado en Odiel Información
desde luego tus columnas son la vértebra de cualquier ser inteligente. Me considero adicta a ellas...