RIP (tres) (2014)
Hace unos segundos intentaba, enfrentado al blanco folio, comenzar un artículo. En este instante parece que algo está germinando -su amorfismo no importa-. Sólo deseo no perder la línea argumental.
No obstante, si no muere antes, dentro de un rato el escrito habrá tomado forma, estará, diríamos, definido en su completud.
Será bueno o malo, pero existirá.
A renglón seguido el texto habrá adquirido al menos dos propiedades: por un lado tendrá la condición de cosa y por otro, habrá muerto porque perdió su vigencia en el momento en que puse el punto final.
Mis pensamientos a partir de ese signo gramatical no coincidirán con lo expresado, se habrán modificado.
Sólo las grandes obras tienen el privilegio de permanecer algo más de tiempo, pero no seamos ilusos, también mueren.
Todo lo que existe, incluso lo que se piensa, que también existe aunque sea fugazmente, es la misma cosa, pura energía: fruto, al parecer, de una explosión cósmica.
No sé por qué, me acuerdo ahora de Milan Kundera, de "La insoportable levedad del ser".
Paco Huelva
Diciembre de 2014