A mi lo de Guantánamo, aunque me produce el vómito más amargo, es algo que no me sorprende, los imperios, desde siempre han abusado de su posición y han intentado disfrazar hipocritamente sus conducta con atisbos de una legitimidad de dificil digestión. Ahora bien, lo de los yanquis, ese pueblo que ha enarbolado su cultura y su precaria historia con los supuestos colores de la libertad y el estado de derecho, raya en el límite del cinismo más absoluto. Un abrazo Paco, por cierto, ya solo te queda uno ¿sabes de que hablo, no...?
Lo que pasa, Paco, es que desde los principios de la "Historia", una de las fuerzas que con más constancia ha impulsado a los hombres ha sido el deseo de poder y dominación, y ésta se ha ejercido habitualmente a través de la guerra (ya sea explícita, ya implícita).
¿Está en nuestras manos cambiar esto? Yo pienso que sí, pero para ello no podemos dejar de tener presente esa "realidad".
Un abrazo
Rafa