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Extrañas leyes (2014)


Enfilé la navaja de cachas rojas buscando sus entrañas hasta que los ojos se le pusieron como platos luminosos. No iba a consentir que la puteara más, que siguiera poniendo sus manos de cerdo sobre su cuerpo.
Cuando la vi por primera vez, en aquel antro mugriento, no me cuadró que estuviese con aquel hijo de puta que podría ser su abuelo. Observé cómo la chuleaba obligándola a hacer la esquina y luego le sacaba las perras. Sólo me he acostado con ella una vez, pero no iba a consentir que ese mamón de mierda la manoseara más, que le robara lo que sacaba chingando toda la noche con quien se terciara. Por eso fui a casa a por la navaja de padre, la de cachas rojas y brillantes, la que sabe sola lo que hay que hacer y con la que mi viejo mandó al otro barrio a unos pocos. Ella sabría por dónde entrarle para cortarle el aliento.
Cuando regresé con ella en el bolsillo, él estaba en el bar acompañado de varios colegas. Me acerqué y le dije:
-¡Prepárate, porque vengo a matarte!
-¿Por qué?
-¡Porque eres un cabrón y un hijo de puta!
Él me miró de arriba a abajo, acabó la copa y se levantó, mientras decía:
-¡Esperad un momento, voy a liquidar esto!
Al pasar a mi lado, susurró, sin mirarme:
-¡Vamos, te espero fuera!
Cuando llegamos al solar donde se pinchan los drogatas, su herramienta le robó esquirlas a la luna y su cara se iluminó de acero por un instante.
-¡Venga!, dijo.
Arremetí contra él siguiendo el camino que marcaba la navaja de cachas rojas. Eso es lo que pasó, señor Juez. Solo eso. Él no merecía vivir..., era un cabrón y por eso lo maté. Lo que no entiendo es que, cuando se retorcía de dolor en el suelo, enfangado en su propia sangre, ella intentara sacarme los ojos. Que en vez de estar agradecida quisiera matarme. Eso es lo que no comprendo. Por lo demás, no me arrepiento de nada. Lo haría otra vez si fuera necesario... aun sabiendo, como sé ahora, que no era un chulo normal, que era su padre; que fue su propio padre quien la metió en el negocio.
Paco Huelva
Abril de 2014
archivado en:
Inmaculada Garcia Haro
Inmaculada Garcia Haro dice:
01/04/2014 21:33

Muy bueno, Paco, muy bueno...lo terrible es que hay casos así y peores. Gracias por defender a las mujeres.