El poder de la palabra
Hay que reconocer que se ha convertido en un referente de la radiodifusión y del periodismo en España. No hay dudas, su índice de audiencia así lo demuestra y por eso es merecedor este año del premio "El micrófono de oro". Este hombre, que ataca a Gallardón y a Rajoy por ser demasiado blandos (¡vamos!, casi de izquierdas a su lado) y que se ha convertido en el Cid Campeador que espolea a la ultraderecha española contra los rojos, tiene, como mucha gente sabe, un pasado oscuro: más bien rojo sucio, diría yo. Jiménez Losantos fue militante de partidos de izquierda. Sus cambios de chaqueta -ha utilizado muchas, como se verá- hasta llegar a la derecha más recalcitrante, supone recorrer todo el arco ideológico español en un tiempo record. De la esquina izquierda a la extrema derecha de una tacada: en tres décadas.
Fue militante del Partido Socialista Unificado de Cataluña (partido de ideología comunista catalán federado al Partido Comunista de España), de la Organización Comunista de España Bandera Roja, y de grupos artísticos de extrema izquierda como el "Grupo de Trama" (1973-1978), dónde, junto con los pintores José Manuel Broto, Xavier Grau, Javier Rubio y Gonzalo Tena escribían sobre las bondades políticas del marxismo maoísta y del psicoanálisis lacaniano.
Obtuvo en 1979, el Primer Premio de Ensayo "El Viejo Topo" (una de las revistas punteras del pensamiento de izquierdas de la época); llegó a ser militante del Partido Socialista de Aragón; se presentó como candidato en Cataluña del PSA de Alejandro Rojas Marcos. Fue articulista en "El País" (sí, he dicho en "El País", en el del grupo PRISA, ese que ahora odia a reventar), en "Diario 16" (donde lo introdujo Sánchez Dragó, otro que tal se menea, y que, hace tres días, ha estrenado trabajo: locutor del diario de noche de Telemadrid), en "ABC" (al que pretende ahora cargarse con la ayuda de Pedro J. Ramírez y del polifacético académico, periodista y editor Luís María Anson sólo por llevarse los ingresos que da la venta de prensa conservadora) y, ahora, en "El Mundo", aparte de ser locutor de la COPE, editor de los periódicos digitales "La ilustración Liberal" y "Libertad digital", entre otras tareas... En fin, un sujeto al que habría que poner en cuarentena por ser capaz de pillar todos los virus de forma extrema.
¿Quién es, realmente, este redimido meapilas, este converso, que ahora usa el púlpito que las sotanas ponen a su disposición para hablar de las maldades de la izquierda disponiendo de ese currículum tan inapropiado? ¿Ha sido, quizá, perdonado de sus pecados de juventud y de su temprana madurez, con la penitencia de vilipendiar a todos aquellos que se encuentren en el camino que otrora él transitó? ¿O es, que, ha sido designado por la mano de Dios en la tierra para vocear una nueva Cruzada?
Este tipejo ya hace tiempo que va por el mundo masticando esa máxima de: "Calumnia, que algo queda". Debe ser otro acomplejado de algo, como el Josemari.
Un abrazo Paco.