Culpabilidad
La humanidad tiene la memoria breve. Para colmo de nuestros infortunios necesitamos de la tragedia para impulsarnos. Es menester que pase algo en nuestras vidas que nos conmocione para empezar a pensar que debemos comprometernos. Luego, de ahí hasta que lleguemos a un acuerdo, han de pasar muchas desgracias, infinidad de lamentos. Y entonces, cuando todo es ya inevitable, llegamos al consenso que permite ponerle solución a las cosas. Siempre andamos por la superficie de la vida; no ahondamos en los problemas hasta que la presión del entorno nos obliga a ello. Eso sí, siempre estamos enredados con el sentido de las palabras. Nos lanzamos rehiletes y vituperios continuamente hasta que a todos nos sorprende -de golpe, como una aparición- la crueldad y el ensañamiento que traen consigo la realidad de los hechos. Así nos va. De lo que ocurre a nuestro redor no somos inocentes, todos somos culpables.