Cuentos por un tubo (2016)
La editorial Página de Espuma ha puesto en circulación los cuentos completos de Chéjov en una edición cuidadísima a cargo de Paul Viejo. Para ser correcto, hasta la fecha sólo han salido tres (los escritos entre 1880-1885, 1885-1886 y 1887-1893) de los cuatro tomos que compondrán esta excelsa sinfonía de cuentos de una armonía y precisión admirables, tal como el autor nos tiene acostumbrados.
Como todos, siempre había intercalado en mis lecturas algún cuento que otro de Chéjov, pero nunca había cometido la osadía de leerme setenta y cinco cuentos de un tirón, los que componen el tercer tomo, o sea los escritos entre 1887 y 1893 (1149 páginas de lectura obligatoria para los amantes del género).
Todos sabemos que la Navidad es un gran cuento aceptado por todos, creyentes o no, y las pasadas fiestas he querido hacerme un regalo leyendo exclusivamente cuentos, que aliviaran un poco este "cuento" que es la vida y que tantos dolores de cabeza nos da a veces.
Después de Chéjov leí un cuento de Oscar Wilde (al menos a él se le atribuye y por el estilo y el desparpajo estoy con los que afirman que es suyo) nada conocido denominado "El cura y el acólito" -una verdadera bomba de relojería, no solo para la sociedad victoriana que lo juzgó de aquella manera por su homosexualidad, como sabemos, sino también para muchos meapilas de hoy en día-, que viene a sumarse a otros escritos como "La balada de la prisión Reading", "Frases filosóficas para el uso de la juventud" o su ya famoso "De profundis". En fin, una joya "El cura y el acólito" de Wilde, publicado en la editorial Hiria en una edición de Aitor Arana.
En el interregno temporal en que estaba con lo citado, me llegó por correo un libro de relatos de Ricardo Reques, denominado "Piernas fantásticas", con unas maravillosas ilustraciones de Soledad Velasco y editado por Adeshoras, algunos de cuyos cuentos han supuesto una delicia, como "El secreto de Tramell", "Las piernas del tiempo" o "Dedicatoria" por citar solo algunos.
Luego le he metido mano, y en ello ando, a "Bacacay", los cuentos completos de Witold Gombrowicz, en una edición a cargo de Sergio Pitol, publicada por la editorial argentina El cuenco de plata.
Pero, para no empacharme de cuentos, he equilibrado la lectura de los libros citados con "Poesía Completa" de Cavafis, en edición bilingue, traducida por Juan Manuel Macías y editada en Pre-textos.
La fórmula ha sido la siguiente, un cuento y un poema, un cuento y un poema, un cuento y un poema...
Y en eso ando.
Paco Huelva
3 de enero de 2016
Como todos, siempre había intercalado en mis lecturas algún cuento que otro de Chéjov, pero nunca había cometido la osadía de leerme setenta y cinco cuentos de un tirón, los que componen el tercer tomo, o sea los escritos entre 1887 y 1893 (1149 páginas de lectura obligatoria para los amantes del género).
Todos sabemos que la Navidad es un gran cuento aceptado por todos, creyentes o no, y las pasadas fiestas he querido hacerme un regalo leyendo exclusivamente cuentos, que aliviaran un poco este "cuento" que es la vida y que tantos dolores de cabeza nos da a veces.
Después de Chéjov leí un cuento de Oscar Wilde (al menos a él se le atribuye y por el estilo y el desparpajo estoy con los que afirman que es suyo) nada conocido denominado "El cura y el acólito" -una verdadera bomba de relojería, no solo para la sociedad victoriana que lo juzgó de aquella manera por su homosexualidad, como sabemos, sino también para muchos meapilas de hoy en día-, que viene a sumarse a otros escritos como "La balada de la prisión Reading", "Frases filosóficas para el uso de la juventud" o su ya famoso "De profundis". En fin, una joya "El cura y el acólito" de Wilde, publicado en la editorial Hiria en una edición de Aitor Arana.
En el interregno temporal en que estaba con lo citado, me llegó por correo un libro de relatos de Ricardo Reques, denominado "Piernas fantásticas", con unas maravillosas ilustraciones de Soledad Velasco y editado por Adeshoras, algunos de cuyos cuentos han supuesto una delicia, como "El secreto de Tramell", "Las piernas del tiempo" o "Dedicatoria" por citar solo algunos.
Luego le he metido mano, y en ello ando, a "Bacacay", los cuentos completos de Witold Gombrowicz, en una edición a cargo de Sergio Pitol, publicada por la editorial argentina El cuenco de plata.
Pero, para no empacharme de cuentos, he equilibrado la lectura de los libros citados con "Poesía Completa" de Cavafis, en edición bilingue, traducida por Juan Manuel Macías y editada en Pre-textos.
La fórmula ha sido la siguiente, un cuento y un poema, un cuento y un poema, un cuento y un poema...
Y en eso ando.
Paco Huelva
3 de enero de 2016