Talante, por Pedro Gabo
Era necesaria esta reunión. Un poquito de talante (¡por favor!). Imposible continuar en el tono de bronca sostenido en el que estaban instalados los dos partidos mayoritarios.
En política las formas son muy importantes y con esta reunión del Alcalde con Díaz Trillo se abren las puertas (que lo mismo se abren que se cierran) para generar otro escenario político. Más civilizado.
Hay que darle una oportunidad a la paz; no se puede esperar más de una primera toma de contacto. Después de ponerse como se ponen, no es fácil volver a mirarse a la cara. Y hablarse no digamos.
Tal vez sea demasiado simplificar las cosas pensar que el objetivo haya sido sólo el de las cámaras fotográficas. No es el momento para este tipo de estrategias porque hay una demanda ciudadana que exige seriedad y rigor. La vida política municipal tiene que descongestionarse, y el único camino posible es el consenso. Y quien tiene la obligación de generarlo, y de que se acaben las barricadas, es quien gobierna.
Volver al diálogo es una buena señal, y si bien queda mucho que pulir, no se puede abandonar al primer intento (a dos días de la celebración de la reunión parece que los gestos del Equipo de Gobierno se mantienen en su tónica habitual).
Esperemos que el alcalde con la capacidad de mimetismo demostrada, se sume al signo de los tiempo y empiece a demostrar talante (democrático), si espera que en las próximas municipales el PP se proyecte en la provincia, La buena acción de gobierno no puede ser estar siempre a la defensiva, en el contraataque. Sin dialéctica, no hay la política. Y la democracia es mucho más que un combate continuado para alcanzar el poder.
*
Ahora bien, no se puede entender que entre los grandes asuntos no se abordara el futuro de la Avenida Francisco Montenegro, sobre todo, estando la agenda tan marcada por temas urbanísticos.
Y por estar Comisiones Obreras, UGT y la FOE pidiéndole también una cita al alcalde para este tema.
Además, este asunto es el verdadero nudo gordiano de las relaciones del PSOE con Izquierda Unida (la otra reunión) que sigue apostando por los acuerdos del año 91 como referente de consenso.
Pero, a pesar de esta gran dificultad, está bien que se acerquen los partidos de izquierda en nuestra ciudad; los gobiernos de minorías están funcionando en nuestro país y es una opción que no se puede descartar para nuestro futuro. Estamos viendo como se alcanzan importantes logros sociales, gracias a que las fuerzas minoritarias a la izquierda del PSOE fuerzan políticas más progresistas.
El acercamiento entre ambas formaciones política es una cuestión pendiente desde hace mucho tiempo. Desde el 95. Y hay que trabajar en esa línea si se apuesta por ser alternativa a Rodri.
Y hay por donde empezar. Además de lo relativo al urbanismo, hay otras cuestiones urgentes, como la vivienda, la seguridad y el empleo, en las que esperemos que les sea más fácil alcanzar acuerdos.
La ciudadanía ya no se conforma con fotos y acabará apostando por quien trabaje en positivo, generando una alternativa con la que se identifique y pueda volver a ilusionarse. A quien trabaje por la esperanza (que también es cosa de Zapatero).
En política las formas son muy importantes y con esta reunión del Alcalde con Díaz Trillo se abren las puertas (que lo mismo se abren que se cierran) para generar otro escenario político. Más civilizado.
Hay que darle una oportunidad a la paz; no se puede esperar más de una primera toma de contacto. Después de ponerse como se ponen, no es fácil volver a mirarse a la cara. Y hablarse no digamos.
Tal vez sea demasiado simplificar las cosas pensar que el objetivo haya sido sólo el de las cámaras fotográficas. No es el momento para este tipo de estrategias porque hay una demanda ciudadana que exige seriedad y rigor. La vida política municipal tiene que descongestionarse, y el único camino posible es el consenso. Y quien tiene la obligación de generarlo, y de que se acaben las barricadas, es quien gobierna.
Volver al diálogo es una buena señal, y si bien queda mucho que pulir, no se puede abandonar al primer intento (a dos días de la celebración de la reunión parece que los gestos del Equipo de Gobierno se mantienen en su tónica habitual).
Esperemos que el alcalde con la capacidad de mimetismo demostrada, se sume al signo de los tiempo y empiece a demostrar talante (democrático), si espera que en las próximas municipales el PP se proyecte en la provincia, La buena acción de gobierno no puede ser estar siempre a la defensiva, en el contraataque. Sin dialéctica, no hay la política. Y la democracia es mucho más que un combate continuado para alcanzar el poder.
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Ahora bien, no se puede entender que entre los grandes asuntos no se abordara el futuro de la Avenida Francisco Montenegro, sobre todo, estando la agenda tan marcada por temas urbanísticos.
Y por estar Comisiones Obreras, UGT y la FOE pidiéndole también una cita al alcalde para este tema.
Además, este asunto es el verdadero nudo gordiano de las relaciones del PSOE con Izquierda Unida (la otra reunión) que sigue apostando por los acuerdos del año 91 como referente de consenso.
Pero, a pesar de esta gran dificultad, está bien que se acerquen los partidos de izquierda en nuestra ciudad; los gobiernos de minorías están funcionando en nuestro país y es una opción que no se puede descartar para nuestro futuro. Estamos viendo como se alcanzan importantes logros sociales, gracias a que las fuerzas minoritarias a la izquierda del PSOE fuerzan políticas más progresistas.
El acercamiento entre ambas formaciones política es una cuestión pendiente desde hace mucho tiempo. Desde el 95. Y hay que trabajar en esa línea si se apuesta por ser alternativa a Rodri.
Y hay por donde empezar. Además de lo relativo al urbanismo, hay otras cuestiones urgentes, como la vivienda, la seguridad y el empleo, en las que esperemos que les sea más fácil alcanzar acuerdos.
La ciudadanía ya no se conforma con fotos y acabará apostando por quien trabaje en positivo, generando una alternativa con la que se identifique y pueda volver a ilusionarse. A quien trabaje por la esperanza (que también es cosa de Zapatero).