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Isla Chica, por Pedro Gabo

Y saturada de viviendas. Y si a las pruebas hay que remitirse, miremos una fotografía aérea. No cabemos. Pero, es difícil sustraerse a la realidad de que en esta ciudad el absurdo cobra carta de naturaleza cada día, negándose realidades evidentes a base de titulares en los medios de comunicación. La densidad de población recomendada es de 100 habitantes por hectárea y en la zona de influencia de estos terrenos superamos los 200; dato suficiente para que seamos muchos los que no queremos que se construyan más viviendas en la zona del antiguo Estadio. Pero, además, hay que añadir la carencia injustificada que sufre esta zona de la ciudad de equipamientos sociales básicos para los que necesitamos el poco disponible que todavía queda. Nos hacen falta equipamientos deportivos, culturales y asistenciales. Y espacio para respirar.
Hubo un tiempo (espero superado) en el que estos mismo argumentos eran atacados de un modo tan visceral que se llegaron a convertir en sinónimo de sucias tramas partidistas y de gente que no quería al Recreativo (que no sé si es una obligación ciudadana, o más bien una opción personal), por ende a Huelva, y si te descuidabas ni a tu madre. Me parece muy bien que esta ciudad esté orgullosa de ser la cuna del fútbol y que el Decano sea una seña de identidad colectiva, pero este hecho no me induce a aceptar una Isla Chica más masificada. No se trata de cambiar una cosa por otra.


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De cualquier modo, discrepo cuando se dice que existe un gran consenso con respeto al proyecto ganador del concurso de ideas para la zona del antiguo Estadio Colombino. La oposición ciudadana sigue vigente y lo demuestra que hemos sido muchos (más de 700) los que hemos presentado alegaciones a la modificación del PGOU aprobada en Pleno. La Federación de Asociaciones de Vecinos no estaba facultada para aprobar otra cosa que no fuera el uso dotacional de toda la zona, sin embargo parece que bastaba con que asistiera al fallo del concurso de ideas como signo de aceptación de la construcción de las 150 viviendas. No debiera de haber ido entonces. Es difícil comprender que desde la visión vecinal se apoye la construcción de más viviendas en una zona saturada; puede que haya otro tipo de lógicas, pero desde la defensa de los intereses de la ciudadanía de la zona desde luego que no. Y, mientras, la Plataforma Isla Chica, con mucha sensatez, está a la espera del dictamen de la Junta de Andalucía. Ojalá no haya sorpresas.
Y desde luego que es cierto que la zona requiere de una intervención urbanística urgente dado el deterioro evidente que sufre la zona. Pero éste no puede convertirse en elemento de presión para que acabemos aceptando que se construyan más viviendas. Queremos un barrio de primera y no un nuevo rifirrafe mediático entre administraciones enfrentadas por su color político.