Dudas, por Pedro Gabo
No me acabo de enterar. Si se habla de industria no contaminante que cuenten conmigo y muchos más (¡Y dos huevos duros!). Estamos en contra de la industria que contamina (y a favor del empleo de calidad). Aunque parece que hablan de industria, en general, no lo duden, de la que hablan es de las que están en la avenida Francisco Montenegro. Siembran duda, nombrando el todo por la parte. El cuento es muy antiguo.
Después de no querer recurrir al Tribunal Supremo lo que empieza a estar claro es que al alcalde le ha dado el canguelo. Para algunos no hay duda de que con semejante deuda municipal, y tantas dudas sobrevolándola, no le ha quedado más remedio que replegarse a lo que el PSOE le está dictando. Ha preferido no jugar a hacerse el fuerte. Y Perico dice que su Huelva sigue teniendo una ría, pero que la morena suya bien puede lavarse la mata de pelo en el agua de las fuentes que él ha inaugurado.
Otro interrogante es el papel de los sindicatos en este circo, unas veces juntos, otras separados. El pasado primero de mayo fueron cada uno por su cuenta. Lo que hay que defender es la estabilidad y la calidad en el empleo y no los intereses de una empresa. De ciclo combinado. Por no volver a nombrar los acuerdos del 91 que intentan encajar con calzador, sobre todo el representante de CCOO.
Como ciudadano de a pie, con un sueldo y una declaración de la renta a mis espaldas escucho a muchos, entre ellos el iluminado Javier Barrero, hablar de que hay una operación especulativa en torno a la Mesa de la Ría y me entra la duda de si tendré intereses inmobiliarios y no me he enterado. De ladrillos, arquitectos, supersueldos y pelotazos en general, lo confieso, sé poco. Y puede que sea el momento de irse enterando. Oye que hay gente que vive muy bien, incluso con dos sueldos. No quiero sembrar la duda sobre ningún arquitecto,que sufren mucho últimamente.
Para que no tengamos dudas de que nuestro futuro está en manos de mentes preclaras van y dicen que la sociedad (los que nos manifestamos) tiene que reflexionar, pero lo que realmente esperan es que nos repleguemos. Justo en el momento que empezamos a tener la intención ante tanto descaro de volvernos más beligerantes.
De lo que no cabe duda es de la pinza que van a hacer contra Manolo Rodríguez, de Izquierda Unida, que votará en solitario en la pantomima del pleno que van a montar. Que esté seguro de que va a contar con el apoyo de muchos ciudadanos que no nos sentimos manipulados, sino representados, que para eso es para lo que les pagan a los políticos, aunque a veces lo olviden.
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Y para que no falte el humor, lo del nuevo plan para Isla Chica. Lo que no es serio es que la solución acabe siendo cualquiera menos la de Perico. Hay que desbloquear el asunto, pero entre un bloque de pisos y un bloque para un hotel, dónde está la diferencia. Como si los hoteles no fueran ladrillo. Si al menos hubieran propuesto un camping.
Entre unas cosas y otras tengo bien claro que debiera haber un mandamiento municipal que rezara: «No utilizarás el nombre del PGOU en vano». ¿O no?
El problema, como tantas veces, es la desinformación ciudadana acerca de quiénes y cómo mantienen, en dictadura o en "democracia", el poder de decidir lo que se hace y lo que no se hace en Huelva.
Como ejemplo, yo estoy completamente seguro de que la abrumadora mayoría de los españoles no quería entrar en la OTAN. Como estoy completamente seguro de que la ciudadanía de Huelva no quiere las fábricas de la Avda. Francisco Montenegro.
En esta Segunda Restauración, como en los casinos, siempre gana la banca. Contra los deseos y el interés general. Y yo creo que, si podemos contarlo, debemos contarlo.