Vázquez Díaz
Sus pinturas sobre el río Bidasoa y las del municipio de Fuenterrabía marcan a fuego en la historia contemporánea española a un pintor de raza, tristemente desconocido para la ciudadanía onubense a pesar de haber nacido en Nerva.
No hace mucho y durante mes y medio, Vázquez Díaz fue la estrella del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid con la colaboración del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Ante esto, sólo unas preguntas: ¿No debiera cuidarse con más celo, desde las instancias oportunas, la memoria de Vázquez Díaz en la provincia? ¿Hacemos todo lo que podemos para mantener viva su figura? ¿Es suficiente el haber creado un Museo en Nerva, mantener a duras penas los frescos de La Rábida y una exposición en el Museo Provincial? Creo que es posible y necesario que se hiciera algo más. ¿Cuántos alumnos de bachiller o incluso universitarios nacidos en la provincia conocen la magnitud de la vida y obras de este pintor onubense? La encuesta -si se hiciera- daría como resultado datos poco gratificantes.
Saludos..., debatamos. Creo que es tristísimo que por un mal atragantado olvido, anmistía o trancisión metida con vaselina, se siga obviando o mirando de soslayo la obra de algunos artistas, colaboracionistas, consentidos o simplemente resistentes que realizaron su obra en la España franquista. Hay tantos casos..., Vazquez Díaz, Dalí, tal como habeis citado, y Cela, y Manuel de Falla, Y Pemán, y Fernando Quiñones, no creo que el valor de su obra deba ningunearse por esos aspectos, importantes, sin duda, pero no determinantes y, en cambio, encumbrar a otros autores, cuyo valor artístico es objetivamente menor pero que su postura política en favor de las libertades o el progreso ideológico les han convertido en iconos de la creación. Seamos realistas, yo soy de los que piensan que cualquier faceta del arte tiene que tener un pálpito de compromiso con la sociedad y con la história, un mensaje que provoque la reflexión o al menos la duda sobre todo aquello que se da por valido por el mero hecho de existir, pero todo esto es mi forma de entender el arte, sin embargo hay otras formas de creación que exploran territorios ajenos a la realidad cotidiana, abstracciones que, quizás, sirven al artista para desentenderse de la cruda realidad de su tiempo y que no necesitan del exilio o del enfrentamiento político para aflorar pero que, no por ello, son menos valiosas. Si las ideologías, escoradas a babor o a estribor, da igual, se otorgan el derecho a reivindicar la creación artística corremos el peligro de politizar una de las facetas más enriquecedoras del ser humano y eso, pienso, no es positivo, auque sea dificil en multitud de ocasiones separar la creación del creador. Habrá que validar aquello de que "obras son amores y no buenas razones". Por cierto, lo mejor de todo esto, a fin de cuentas, es el debate.