Por el sueño afuera, de Adrián González da Costa (2014)
"La vuelta a casa es el retorno al vientre,
a la matriz materna, a la costilla (...)"
Cuando un poeta reconoce que la duda es la barca en que habrá de navegar mientras viva está cerca... muy cerca de la sabiduría.
Adrián González da Costa pareciera estar en esas tesituras negras en que agonizan los seres imaginativos que no creen en lo que ven. Tampoco en lo que escriben. Que saben que la búsqueda constante y persistente es la única razón para la vida y posiblemente la que da sentido a la misma.
No hace mucho recibí en casa el poemario "Por el sueño afuera" (Editado por la Universidad de Sevilla) de Adrián González da Costa, que fue galardonado con el XVIII Premio de Poesía de dicha entidad con un jurado formado por Concepción Fernández Martínez, Manuel Ángel Vázquez Medel y Braulio Ortiz Poole.
"Esa mujer que hoy por vez primera
cumple cincuenta y tantos años, tuvo
veinte en la boca.
Viene y va de sus años a mis días.
Viene, quiero decir, y va,
profusamente,
alimentándome así, acariciándome así, limpiándome
así, de esa manera suya, tan propia, tan fiel,
la cara con saliva, como
si el niño fuera niño todavía. O como
si no avanzaran nunca las Edades (...)"
La humildad es una virtud que abunda poco o nada en los creadores. Raro es quien no se deja arrastrar por no sé qué absurdo prurito adornado de fatuidades e ilusorios fuegos de artificio.
Ese no es el caso de González da Costa, consciente de que el ingenio llega hasta donde llega y que al final sólo reluce el trabajo elaborado, bien hecho. Y la esencialidad tiene una cosa, es terca como una mula y le importa un bledo las artificiales poses que confunden.
"Esperaban la ola. Hora a hora
la esperaban. Vivían
el tiempo de la fruta
madura, del pájaro parado
sobre la rama quieta, la maldición, el brillo
de ese filo fatal de las navajas (...)"
González da Costa (Lepe, 1979) pertenece a esa generación de poetas que ha de barrer no sin esfuerzo el patio... la casa brillante pero poco numinosa de la poesía andaluza, junto con otros hombres y mujeres que no deseo citar ahora.
"Esa brisa de abril, ese aroma marino,
ese viento que asciende y me enciende la sangre,
ese brillo fugaz como sombra de una ala,
ese intenso verano, esos labios abriéndose,
esa chispa inicial, esa brizna de fuego,
esa espina, esa espiga, esa furia infinita,
esa fuga, esa angustia, ese incendio encerrado,
esa sed de simiente desgarrando esos límites,
esa rabia, esa cárcel, esas reglas y riendas,
ese alto huracán removiendo ese pozo,
ese lago de luz donde se entra desnudo,
ese verse arrastrado, esa oscura corriente,
ese hambriento cristal para el pie ese que avanza,
esa sal, esa herida, esa arena en la boca,
ese hierro solar desgarrando el costado,
ese rayo, ese rayo en la carne hasta el hueso."
Una gozada este pequeño pero grande poemario "Por el sueño afuera".
Paco Huelva
Diciembre de 2014