Pasión
Una de las acepciones de la palabra pasión es "lo contrario a la acción" -para los escépticos, búsquese en el diccionario-. En estos días en que se recuerda la pasión de Jesucristo por los creyentes, quisiéramos reivindicar también un poco de acción por parte de todos. En la tragedia oculta de cada pueblo, en la profundidad de cada ciudad, existen personas que viven en el subsuelo de la vida. Es "el hombre (la persona, más bien) subterráneo" del que hablaba Dostoievski. "Viven", rodeadas de miseria y escudadas en sus sentimientos y pasiones; sometidas a la "razón" de las circunstancias o del poder establecido; rechazadas por los más y olvidadas por todos. En estos días de "pasión" que ya se van, exigimos una mirada al otro: al indigente, al loco, al desarraigado, al inmigrante, al herido, al desolado... Como diría Steiner, "debiéramos probar si nos es posible ser sinceros con nosotros mismos y no tener miedo a la verdad". ¿Tendría usted tiempo para pensar un poco en esto? ¿Está dispuesto a enfrentarse a sus propias disquisiciones? ¿Está seguro, si es sincero, que podría salir indemne de esta batalla? ¡Hágase preguntas! ¡No tenga miedo! Pero..., sólo le pedimos una cosa, que tenga el valor de enfrentarse a sus propias respuestas y actuar en consecuencia.