Navidad
Los pueblos y ciudades se han llenado de luces multicolores y de belenes. Papá Noel está por llegar y le siguen a corta distancia los reyes Magos cargados de ficticias y transitorias ilusiones. Mientras consumimos desaforadamente todo tipo de productos que engordan el bolsillo de los que hacen negocio con nuestros sentimientos y creencias, en el mundo, en éste, en el único que tenemos, los desahuciados siguen pasando hambre y frío; los indigentes continúan durmiendo a la intemperie; los muertos en las guerras siguen sumando dolor al dolor existente y engordando las cuentas corrientes de las funerarias; los estadistas siguen maquinando para mantener su cuota de poder; los políticos preparan sus elecciones dándole más opio al pueblo, inventando atracciones más sugerentes, espejismos más solventes: "yo puedo hacer la fantasía más seductora, cubrir mejor tus ilusiones...". Mientras tanto, como el espectador en "La Caverna" de Platón, nosotros nos dejamos arrastrar por el juego y participamos del mismo con renovado delirio.
Los reyes magos no son los padres.