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Manuel Alonso Albarracín

No hace muchos días, el azar me brindó la oportunidad de presentar ante un grupo de militantes y simpatizantes socialistas de Aljaraque, -en un acto auspiciado por las Juventudes de este partido- a un joven del que me dieron los siguientes datos: "se llama Lolo, es el segundo libro que escribe, es un libro sobre la República, es un tío perita" -me dijeron-, "legal, de lo más legal". Por cuestiones que no vienen a cuento, llegué a la sede, casi a la hora justa en que comenzaría el acto de presentación del libro donde no tenía pensado decir nada porque nadie me dijo que debía hacerlo. Antes de comenzar el mismo, me presentaron al escritor, a Manuel Alonso Albarracín y tuve tiempo de ojear el libro, "Epístolas de la Memoria". He de decir que por mi profesión de librero en otra época, y por mi fascinación por los libros, un libro nuevo, sea del tipo que fuere, siempre llama mi atención: me subyuga el tacto de las pastas, el colorido, el tipo de papel, su olor, la maquetación... El libro lo ha editado el Ayuntamiento de Tocina y consta de una introducción apasionada y apasionante de Lolo sobre el quehacer de la República, el advenimiento de la dictadura franquista y la posterior represión esgrimida -con la dureza propia de este tipo de regímenes- sobre todos aquellos que no confesaren con la nueva bandera, con el nacionalcatolicismo y con el ejército vencedor que usurpó el gobierno legítimo de la República mediante un golpe de estado cruento que, como todos sabemos, se dio en llamar el "Glorioso Movimiento Nacional"; además de un conjunto de cartas interesantísimas escritas por un maestro de escuela, Juan Luís Freniche Sánchez a su novia Antonia Muñiz desde la cárcel de Huelva, donde ingresó con 23 años, para ser fusilado un año más tarde, en el mismo Hotel de Isla Chica -como llama Freniche a la cárcel de Huelva-.
Llegado el momento de que Lolo hablase no pude reprimir el gesto y pedí la palabra, impulsado por dos cuestiones. La primera, la introducción del libro, que dice: "A María, en tus besos encontré la utopía, en tus abrazos la libertad anhelada, en tus caricias el consuelo, en tus ojos un emblema, en tu sonrisa alegría, en tu pelo mi escudo, en tu mirada una patria, en tus caricias la vida.
En ti, a mi única reina, una reina que no tiene corona, una reina que no tiene reino, una reina que no tiene fronteras más que las de las palabras que acarician sus labios, esos que enamoran cuando exigen Igualdad, Felicidad, Justicia y Paz; palabras que recuerdan a la República".
Y en segundo lugar, por las hechuras de Lolo. Lolo es un joven nacido en la democracia. Con el dinamismo propio de su edad y un compromiso social impropio de la misma, transmite una aparente tranquilidad que le hace ser observador aún cuando sea el epicentro de las miradas; de orador que ha de presentar una creación propia a una sala llena de espectadores y que sin embargo, aguanta el tirón con una ancestral sabiduría y un estoicismo que sólo puede nacer de una poderosa fuerza interior.
Levanté la mano, decía, pedí la palabra y me dejé arrastrar por la inspiración que el momento, el lugar, la cercanía del escritor -sentado a mi derecha, frente a los oyentes- me produjeron. Y hablé del sufrimiento del escritor, del creador; de las infinitas horas que pasa conversando consigo mismo, del esfuerzo que nunca es recompensado, del dolor y el placer que proporciona la escritura, del desarraigo, del rasgón que supone parir un libro, de los miedos a la crítica, de la búsqueda de la palabra, de la conjugación de los verbos... hablé y hablé y al final, leí la introducción que he citado algo más arriba.
Posteriormente, Lolo hizo la presentación de su libro. Habló de la masonería en Ayamonte, de la recuperación de la memoria histórica, de los fusilados en paredones, de la lucha fraticida y encarnizada que produjo nuestra guerra civil, del golpe de estado de Franco, de los exiliados de la República y sobre todo de amor. Del amor de un profesor de escuela que es encarcelado por la maledicencia del odio que desencadena la guerra y cuyo único consuelo en el Hotel de Isla Chica, es escribir a su novia epístolas en que le cuenta su padecimiento, su esperanza de vida y sobre todo el inmenso cariño que le profesa.
El libro de Manuel Alonso Albarracín, "Epístola de la Memoria", nace de un trabajo de investigación que realizó el escritor y que se tradujo en un libro editado anteriormente llamado "Ocaso Rojo: reminiscencia del olvido". El fruto de este trabajo de indagación trajo consigo la localización de las cartas de Freniche a su novia, que suponen la esencia de este nuevo libro de Lolo.
Cuando terminó el acto, Lolo me dedicó el libro. En casa, ya, leí la dedicatoria: "A Paco Huelva, espero que te guste el libro. Tu presentación me ha emocionado".
Hoy quiero hacerle un nuevo homenaje a Lolo con esta disertación en nuestra página y, de paso, pedirle a Manolo Gualda, que incluya a Lolo entre nuestros columnistas onubenses. Su inquietud, su capacidad contrastada de trabajo y el interés que demuestra por la historia y la recuperación de la misma, nos deleitará a buen seguro a los que aquí encontramos un rincón donde dialogar entre sí y contrastar opiniones.
Angel
Angel dice:
24/01/2006 14:05

Es verdad.
Conozco a Lolo.
Conozco a Lolo y sé que escribe desde los ojos de quien ha estado cerca, más con el corazón que con la pluma.
Sus historias son de esas de primera persona, con el acierto del tiempo (presente) que deja por medio, pero viéndolo todo muy de cerca, con sentimiento.
Espero que su reina sin corona le lea los labios y lo transcriba cuando él deje de escribir.

Manuel Alonso Albarracin
Manuel Alonso Albarracin dice:
25/01/2006 20:56

En primer lugar debo decir que no esperaba estos comentarios sobre mí y mi obra histórica.
Y si digo esto es porque no hubiera imaginado causar esa impresión a alguien como Paco Huelva, cuyo caminar le ha llevado a ser quien es. Y digo esto porque no me conocía de nada y causar esa impresión a alguien siempre es bueno. Te agradezco tus palabras sobre mi y sobre epístolas de la memoria.
A mi mi amigo Ángel decirle que esa última frase es de poeta, poeta. Nos une una gran amistad y se lo que piensa sobre mi, aunque es bonito leerlo en un medio como este.
Para terminar debo decirle a Paco Huelva que ya participo en esta página, aunque mi nombre es Olas de la Memoria,. Hacemos una experiencia piloto, escribir una novela histórica por entregas, va lento, pero quiero respetar la idea que tuve y llevarla a cabo. es decir , sentarme frente al ordenador y que salga lo que salga, intentando seguir un hilo conductor de la narración.
Espero que te guste lo escrito hasta ahora por Olas de la Memoria