Madrid: amado manicomio
Un hombre se persigna tres veces al entrar en el metro. Una señora se planta en medio de la calle ante un coche de la policía, se levanta la falda reiteradas veces y vocea a grito pelado: "comerme el ...". Otra, en la Plaza Mayor, con un megáfono en la mano, camina sin cesar mientras grita que el demonio está dentro de nosotros. Un escocés -se supone- con falda a cuadros y enseñando unas canillas de polvo de talco, camina con su señora -sigo suponiendo- que lleva un pantalón vaquero ajustado, mientras mantienen una actitud altiva y señorial. Un gay italiano pretende ligarme -animado quizá por la facilidad de las bodas en España-. En la Puerta del Sol, la derecha española organiza una concentración en contra del Estatut y a favor de la unidad de España; bajo los brazos, mucho "abecé", "elmundo" y "larazón". Junto a ellos, un joven reparte libelos instando a que se convoquen urgentemente Cortes Constituyentes. Madrid, sólo Madrid.