Lectura de Manuel Moya
COPIO CARTA DE MANUEL MOYA, QUE COMO VERÉIS, UNA VEZ QUE BAJA DE LA SIERRA, LO HACE TODO EL MISMO DÍA. PRESENTA UN LIBRO DE MANUEL ORTEGA Y HACE UNA LECTURA DEL SUYO. EN FIN, EL TÍO QUE PUEDE.
Queridos ONUbensis,
El jueves dios mediante, en el incomparable marco del Bar 1900, sobre las 9,30 en punto de la noche y si al autoridad lo permite, leeré 3 capítulos (nunca más de 150 páginas, lo juro) de mi novela LA MANO EN EL FUEGO. La cosa acabará como a las 8 de la mañana, pero la gente que se tenga que levantar puede marcharse después de las cinco (los que no tengan que levantarse pueden seguir dormidos, tal cual), todo lo cual firmo como autor de un libro que pueden ustedes adquirir en las librerías capitalinas (en Saltés, mayormente) y pedir a los bibliotecarios de turno que con gusto se la darán a leer.
La novela comienza siendo una parodia sobre los libros de autoayuda y trata de un escritor de regional preferente al que encargan un manual de masturbación... Hasta ahí puedo contar.
Tras la lectura se espera una multitudinaria manifestación a Peguerillas, donde el autor del libro leerá un panfleto contra la estupidez humana, los agujeros negros, la islamización de Senegal, la cristianización del Paraguay, los malos arbitrajes de Pérez Burrull, la LODE, así como la suspensión cautelar del Polo Químico, al tiempo que se invitará al alcalde de la muy vetusta (caso de que nos acompañe) a echarse unos bailecitos y a cantar Mi Huelva tiene una ría o, en su defecto, el No me moverán.
Nota: el autor no se hace responsable de los disturbios ni del mal uso que se haga de los cantes regionales.
Firma EL AUTOR
Queridos ONUbensis,
El jueves dios mediante, en el incomparable marco del Bar 1900, sobre las 9,30 en punto de la noche y si al autoridad lo permite, leeré 3 capítulos (nunca más de 150 páginas, lo juro) de mi novela LA MANO EN EL FUEGO. La cosa acabará como a las 8 de la mañana, pero la gente que se tenga que levantar puede marcharse después de las cinco (los que no tengan que levantarse pueden seguir dormidos, tal cual), todo lo cual firmo como autor de un libro que pueden ustedes adquirir en las librerías capitalinas (en Saltés, mayormente) y pedir a los bibliotecarios de turno que con gusto se la darán a leer.
La novela comienza siendo una parodia sobre los libros de autoayuda y trata de un escritor de regional preferente al que encargan un manual de masturbación... Hasta ahí puedo contar.
Tras la lectura se espera una multitudinaria manifestación a Peguerillas, donde el autor del libro leerá un panfleto contra la estupidez humana, los agujeros negros, la islamización de Senegal, la cristianización del Paraguay, los malos arbitrajes de Pérez Burrull, la LODE, así como la suspensión cautelar del Polo Químico, al tiempo que se invitará al alcalde de la muy vetusta (caso de que nos acompañe) a echarse unos bailecitos y a cantar Mi Huelva tiene una ría o, en su defecto, el No me moverán.
Nota: el autor no se hace responsable de los disturbios ni del mal uso que se haga de los cantes regionales.
Firma EL AUTOR
Endiluego que Manolo Moya (con perdón de la rima impúdica), sin conocerlo, me ha subyugado con estas cuatro letras que nos ha dejado (el jodío sabe como hacerse querer a través del lenguaje y lo que puede llegar a comunicar). Pero sobre todo me ha tocao el corazón con la temática que dice que desarrolla en su libro, ¡copón! con lo que yo abomino de esos manuales de autoayuda (inductores, para otros, como yo, al suicidio) y lo dado que soy a la sana práctica del onanismo. Probablemente no podré asistir, que llevo lunes, hoy martes y mañana miércoles, dios, es un decir, mediante, fuera de casa y si el jueves reincido, lo del onanismo puede terminar de convertirse en única razón de vida, si es que, lo que sería aún mucho peor, no me la cortan. Pero estaré en espíritu, sin duda, y no dejaré de leer tan sabroso y orgásmico texto.
Un abrazo (sin connotaciones sexuales, que con el temita que ha salido pueden pensar cualquier cosa)
Rafa
Ps. Lo de Peguerillas si que es un partyn (¿se escribe así?) y no lo de los largometrajes (¡que antiguo!) de estudiantes yanquis producidos por jolibús.