La lógica del vampiro, de Adelaida García Morales (2014)
El hombre ha jugado su partida con la existencia y la ha perdido, nos ha llevado a la catástrofe. La mujer es la reserva que le queda a la vida, por sus valores, por ser más altruista, aunque la sociedad, hasta ahora, nunca le haya pedido a la mujer ser alguien.
(A. G. Morales)
Adelaida García Morales es una de mis novelistas españolas de culto desde que en la década de los noventa leyera sus relatos "El sur y Bene", cuyo primer texto aprovechó Víctor Erice para hacer una excelente película, consiguiendo adaptar el tempo marcado por la escritora con una maestría que pocas veces he visto en el trasuntar de una narración hacia los esquejes de un guión cinematográfico, donde lo visual, la imagen, toma una fuerte preponderancia sobre la palabra y los diálogos de los personajes.
A mi entender García Morales no es una escritora feminista en el sentido que entendemos a día de hoy por tal término, sin embargo, es curioso destacar que los personajes relevantes (sean principales o secundarios) de sus narraciones son casi todas mujeres.
Enrique Murillo en el proemio de "La lógica del vampiro" dice que "García Morales escribe cuentos de fantasmas sin necesidad de que en ningún momento se materialicen los fantasmas". Y es cierto. Esta novela es un ejemplo de ello.
García Morales no es una escritora muy leída, ni muy premiada ni muy reconocida. Pero eso como es sabido nada tiene que ver con la calidad incuestionable de su universo literario, a prueba de contraste por quienes lo deseen, sino, más bien, con ese constructo montado por las megaeditoriales donde solo publican un grupo de elegidos contemporáneos -y los consabidos clásicos, hasta ahí podríamos llegar- con libros de entretenimiento que la mayor de las veces, nada tienen que ver con el hecho literario sino más bien con un cosmos donde priman otros valores que se encuentran en el trasfondo de una estrategia en la que navegan dosificadas góndolas cargadas de billetes, la raíz de un pensamiento unificado por encima de las individualidades y sobre todo de las genialidades... libros matrices de matrices exentos de originalidad, y algunos o muchos libros de autoayuda que terminan convirtiendo la esencia del individuo en objetos planos con los mismos gustos e intereses: un páramo orwelliano que mata la creación como elemento necesario e indispensable que es para construir el devenir.
"La lógica del vampiro" es una novela excepcional, con pocos diálogos, muy introspectiva, donde la narradora va expulsando la trama en pequeñas dosis perfectamente calculadas que hacen avanzar el texto hasta la resolución final, que no deja de ser sorpresiva, dado que demuestra que los vampiros existen, y te chupan, si no la sangre sí la voluntad de acción, hasta convertirnos en una presa más de sus artimañas que puede llevarnos a la muerte, la locura o la sumisión absoluta.
Como queda claro, una excelente metáfora de la realidad que nos circunda en donde el pensamiento único y el negocio como ya dije, son los iconos referenciales que priman sobre la individualidad del ser humano, llegando a cosificarnos y convirtiéndonos en peones de quienes manejan los hilos del poder.
Paco Huelva
Agosto de 2014