La cantata del Pernales (2014)
El doce de septiembre pude ver en el Teatro del Mar (Punta Umbría, Huelva) una obra que me dejó aprisionado en el sillón por sus sonidos negros, que diría Manuel Torres si la escuchara.
El gestor cultural y guitarrista Pedro Vázquez insistió en que fuera y tenía razón el cachonero, La Cantata del Pernales es una obra que debe verse, se sea aficionado al flamenco o no.
La vida y muerte del bandolero Francisco Ríos Granados, El Pernales, del escritor de Albacete Alonso Palacios Rozalén, con la puesta en escena del Aula de Dramaturgia JD es un bocado inaudito de tragedia, de flamenco puro, de sentimiento y compás que termina convirtiéndose en odisea en el martinete final con rajaduras de fragua.
La puesta en escena que realizan el actor F. M. Poska, el guitarrista Pedro Vázquez, el percusionista (caja, martillo y yunque) Enrique Jimenserra y el cantaor Alonso Jiménez, dirigidos por la actriz Teresa Pardo es un espectáculo de primera.
El Pernales fue uno de los últimos bandoleros andaluces. Una persona que luchó contra la oligarquía predominante y la hambruna generalizada a base de robar a los ricos y socorrer a los pobres.
Es cierto que la Historia, siempre escrita por los vencedores, los poderosos o los detentadores del poder en su caso, en todo tiempo y lugar, echa pestes de la figura del Pernales, pero eso entra dentro del guión esperado.
Pero siempre, en contraposición, queda la leyenda, que una vez que se forma con la argamasa de la realidad y la ficción transcurre por el tiempo, autónoma, versionada una y mil veces, pero con el mensaje fiel e inmutable de lo que ha de transmitirse.
La leyenda configura con el paso del tiempo una figura, probablemente agrandada, de las personas, de los hechos y de los acontecimientos, que incluye matices inauditos de lo que la trasmisión oral (que no olvidemos que es también literatura, la génesis de la literatura) hace con las historias. ¿De dónde si no nacen los cuentos, las fábulas y los mitos todos?
Esto es lo que ha hecho Alonso Palacios Rozalén con El Pernales. Construir una cantata con la historia de su vida y su muerte, que el propio autor recogió por transmisión oral por distintos lugares. Obra de un desgarrado dramatismo que, como dije, mantiene al espectador pegado al asiento buscando el consabido desenlace: el destino de todos: la muerte.
Poska con honduras de oráculo helénico al recitar; la guitarra -marea tranquila a veces cuando viene y va acompañando lo íntimo, dura y avasalladora como la pleamar en borrasca, de duros rasgueos y contrapuntos en cuanto la tragedia roza el escenario- de Pedro Vázquez; la percusión de Enrique Jimenserra; y la voz del cantaor Alonso Jiménez rajada, minera, serrana con hechuras bien medidas, meciendo las tonás con recortes precisos, alargando la voz sola hasta donde se debe cuando el yunque cuenta los segundos y pone prematuras heladas en el alma del espectador.
Un romance La Cantata del Pernales que debe ser visto. Os dejo un video promocional de la misma que, he de confesar, nada tiene que ver con la obra que se desarrolla en el escenario, ese instante sublime para todo actor en que cada componente saca las hechuras negras y las comparte en las tablas con sus compañeros de viaje hasta la estación marcada, el grandioso martinete que con dolores de agonía cierra este magnífico espectáculo.
No deje de verla. Pinchar aquí para ver el video: watch?v=T-H44DeN_u0
Paco Huelva
Septiembre de 2014
Gracias Paco por esas palabras con tanto sentimiento dedicadas a nuestro espectáculo, es grato leer esas cosas sobre el trabajo realizado, te reconforta tantas penurias vividas durante su desarrollo,que merece la pena todo por escuchar esas reflexiones. Ojalá podamos compartirlas con muchas personas estos días 3 , 4 y 5 de Octubre que la vamos a representar en Sevilla en el Teatro Duque "sala Imperdible"y podamos disfrutar todos.Un abrazo.Alonso