Imágenes de España IV (2014)
En mi vida no hay más acontecimientos que la pena.
Mido el tiempo por espasmos de dolor y por el registro de momentos amargos. Sé que existo por la dimensión del sufrimiento que me ahoga.
La imagen que conforma la realidad cotidiana rompe en añicos lacerantes el cristal de mi corazón de poeta.
La familia, la religión y la política -los tres grandes pilares que sustentan la cohesión social- no me ayudan en absoluto a comprender lo que veo, más bien obstaculiza con un muro infranqueable su entendimiento.
La expresión es el único modo que encuentro de concebir la vida, esta vida, la única que tengo.
Mi pasión por la literatura me ha convertido en un avaro de sonidos y sílabas.
Atesoro palabras como otros acumulan argumentos con que engañar a los demás. Soy un granero de imágenes imposibles, un desván de sueños inconclusos, una biblioteca cerrada al público: soy un ser humano que pretende ser coherente con su pensamiento.
Nada importa lo que digan de mí, sólo me concierne quién lo diga.
Sé que el momento cumbre de un ser humano es cuando se acuclilla sobre sí, en la soledad del alma, y tiene valor para hacer un repaso exhaustivo de su vida; sin escatimar nada, sin olvidar nada, sin aparentar nada. Reconozco que los artistas, como el arte mismo, son por naturaleza esencialmente inútiles. Pero, la valoración que hagan los demás ya he dicho que no me afecta y además, puede que ellos y yo mismo estemos equivocados en tal apreciación.
La duda es el motor del mundo, del progreso, aunque muchos no entiendan tal aserto. Nunca me cayeron bien los que dicen estar en posesión de la verdad. La verdad como dogma no existe.
Ando mi vida como otros caminan la suya y nadie tiene derecho a interferir en ella.
Por ser poeta a ojos de los demás soy un maldito. Pero uno no elige el destino.
Seguiré viviendo dentro de mí ya que no puedo hacerlo fuera.
Seguiré circulando por las ideas como otros lo hacen repasando sus cuentas corrientes. Tampoco estoy seguro de que ellos sean felices. Hay demasiada hipocresía.
(En homenaje a Oscar Wilde)
Paco Huelva
Noviembre de 2014