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Idilios, de Juan Ramón Jiménez



"(...) Dormida, en la sombra,

tú sueñas tranquila.

¡Qué miedo

saber lo que sueñas

dormida!"


Con retraso. Siempre voy con retraso en los actos todos que llevo a cabo en mi(la) vida. Hay tantas cosas que deseo leer... Pero sé que nunca posaré los ojos sobre el infinito mar de letras que me circunda, y me apena, me apena tanto...

Acabo de terminar Idilios, de JRJ. Noventa y siete poemas de los que treinta y ocho ven por primera vez la luz en esta edición que tengo entre las manos. Es mucha cosa decir, mucha, a estas alturas, que se han puesto en circulación, en un solo texto, 38 poemas inéditos de JRJ.

Los que están al corriente del continuo corregir y descorregir (la "obra en marcha") del Nobel moguereño saben que no serán los últimos.

Hoy, ahora, 6 de noviembre de 2013, cuando escribo esto, hay un niño de cuerpo presente, marroquí, de 6 años, que se ahogó en una maldita balsa de agua entre Moguer y Palos de la Frontera. Lo encontraron anoche, acompañado de su inseparable perro, también ahogado, por ir quizá al rescate de su dueño.

Truncada esperanza esta muerta primavera primera, beso fresco, algodón dulce, ángel blanco este niño... para el que pareciera que JRJ escribiera estos versos:


PRIMAVERA

"De un cuartito encalado,

a un encalado nicho.

El mundo, igual de lejos,

de este y aquel.


Fuera, la tarde pura, el sol de oro,

los pájaros alegres de las cinco,

el coche, que se lleva

a quien se quiere ir...

Y el niño,

como en la cuna, allí un poquito más abajo

antes, por la calle blanca,

en la cajita, aquí,

en el cementerio blanco, ahora dormido."


Idilios contiene un prólogo del profesor Antonio Colinas que finaliza de esta guisa: "Y el lector se queda callado y tembloroso tras haber sentido ese escalofrío de la palabra revelada en los límites. La palabra en los límites del ser y de ser. No otra cosa es la mejor poesía."


"En el sol de otoño...

arderá nuestro idilio.


Los sauces negligentes

del sendero tranquilo

que lo abre hacia el ocaso

sobre el campo tendido y amarillo

rozarán nuestros ojos,

mundos embelesados y encendidos.


En la tarde divina

de no sé qué remoto paraíso

ha estado otro ser

como estarás conmigo;

igual que esta tarde

toda otra vez ha sido;

el recuerdo me dice que serán

buenos sus labios infinitos.


Todo se ha preparado

para tu reaparición. Sé que ya vienes

por no sé qué caminos conocidos."


La doctora Rocío Fernández Berrocal es la responsable de la edición de Idilios, publicado por La Isla de Siltolá (agosto de 2013), además de la autora de una excelente Introducción a la misma, que merece ser leída con detenimiento, antes de zambullirse en la obra de un poeta que llegó a confesarle a Luisa Grimm lo siguiente: "Mi enfermedad es nerviosa y creo que por un exceso de ensueños y de penas", tal como describe la propia Fernández Berrocal en el texto.


"Te coroné de un beso

tu rico pelo hermano en sombra de los ojos

de tu esbeltez blanca

abierta en la granada prohibida.


Cuando te mire ahora, inconseguible

reina de un paraíso

te veré coronada siempre:

de estrellas invisibles, si es de día,

si es de noche, de rosas escondidas."


Dije en un artículo sobre El poema único de Manuel Ángel Vázquez Medel (cito de memoria, y ésta es breve como es sabido) que no creo que exista escritor alguno en castellano, del que se haya dicho tanto en tan poco tiempo. Pero, además, como su obra está viva, en constante transformación dada la hiperestesia del autor, que lo arrastraba a tejer y destejer para volver a tejer hasta conseguir aquello aparentemente tan lejano que él marcaba como "m.p.s.": "meditado para siempre", adentrarse en el mundo juanramoniano es una odisea sin retorno. Es decir, si uno abre la puerta que lleva al cosmos de JRJ no saldrá jamás del laberinto.


"En el trigal, de pronto, ocultos,

qué intimidad de cámara secreta

con llaves de distancia,

qué dulce resplandor de oro escondido

lleno de sol abierto,

en el rubor sonriente que se agacha;

qué voz bajada

no nos fuera a escuchar el campo, inmenso.

-¡Oh qué seguridad de mediodía

en las carnes, desnudas en la tierra!-


Desde que ando sumergido en el mundo de JRJ vivo empapado por un continuo desasosiego, que sólo puede ser aireado por la brevedad, gracia y espiritualidad contenidas en sus versos.

Paco Huelva

Noviembre de 2013


http://www.iberarte.com/index.php/artes-plasticas/literatura/7299-idilios-de-juan-ramon-jimenez


http://www.elperiodicodehuelva.es/index.php/component/k2/itemlist/category/32-francisco-huelva
Benito A. de la Morena
Benito A. de la Morena dice:
07/11/2013 00:17

Querido amigo, te veo embriagado de lectura, embelesado con la poesía, sintiendo en tu corazón la literatura. Un verdadero lujo leerte.