Hermanos de camino (huelvería) (2015)
A Manuel Moya
El gato negro, grande, excesivo,
del vecino que nunca está en casa,
se asoma a la puerta y me escruta
-atento, tenaz, laborioso...-
mientras leo a Pessoa.
Parece comprender lo que hago,
-el gato negro, solo, olvidado
por el vecino que se fue, de pronto,
sin despedida ni aviso alguno-
que leo para aprender
por ansia de comprender,
-a él, al vecino, a todos-
y después de reconocernos
pródigos en desdichas,
se va -lento, el gato-,
como vino.
Y yo en mi soledad, arrullada de lecturas,
me pregunto a qué vino de verdad
ese gato negro de ojos pardos...
-que vigila incansable lo que hago
quizás por olvidado y solo, como yo-
hermano de vida y de camino.
Paco Huelva
Huelva, 11 de mayo de 2015