Flores del tiempo, de Jesús Munárriz (2014)
Lo que dure tu olvido, eso durarás tú.
(J. M.)
Ayer compré, entre otros que ya iré desgranando, el texto arriba designado en una librería de viejo.
Munárriz ha hecho en su ya larga vida infinidad de cosas, como todos. Unas importantes y otras menos (según para quiénes, y con seguridad hasta para él). Pero, digamos, que algunas de esas cuestiones tomadas por separado o puede que hasta en conjunto, hacen de Munárriz una persona comprometida con la vida y especialmente con la palabra poética (con el verbo).
Malgré tout
"Aunque nada sepamos. Aunque estemos de paso.
Aunque no le veamos ni causa ni sentido
a esta vida, a estas vidas que entre todos vivimos.
Aunque sean fugaces y todos los sepamos.
A pesar del final previsible, anunciado,
pero inimaginable al tiempo que imprevisto,
a pesar de que sea ir subiendo al patíbulo
todo progreso, cualquier avance, todo paso;
que no falten las fuerzas, ni la ilusión, ni el ánimo,
que seamos capaces de seguir el camino
aunque estemos cansados.
No nos sintamos muertos mientras estemos vivos.
Cada minuto cuenta, todos pueden llevarnos
hasta nosotros mismos."
Actor, autor de canciones de éxito, editor (Hiperión), traductor (de Hí¶lderlin, Goethe, Heine, Rilke, Celan, Brecht, Éluard, Valéry, Pessoa, Shakespeare, Keats, Stevenson, Wilde, Pound...), antólogo, escritor y otro sinfín de cosas que el interesado puede buscar en ese pandemonio que es la red.
Frente al vacío
"¡Qué triste la conciencia del vacío!
La lucidez no es nada sin sonrisa.
Nos salva la alegría, la esperanza
de ser, aun siendo muerte, siempre vida.
Ser alondra, frutal, otero o río,
ser palmera real, ser golondrina,
ser futuro y haber sido pasado,
saberse todo, ser su gota ínfima.
Aquí estuvimos siempre. Y seguiremos
estando, rebrotando cada día,
mente o flor, ave o luz, barro o espíritu,
recuerdo, olvido, masa o energía.
Sonreír, sonreír, en nuestros labios
la realidad, tan llena, salta, brinca
en nuestros ojos, brilla, toma forma
la realidad, tan llena, su caricia."
El libro que tengo entre las manos es una primera edición cuidadísima de Point de Lunettes. No cabe duda que Manuel García "echó el resto" en este poemario de Jesús Munárriz, en papel hecho a mano, y consta (según se explica al final) de mil ciento cincuenta ejemplares en tipos Didot.
El libro no había sido abierto por nadie (se publicó en 2003). Me lo traje a casa y con un abrecartas, con sumo cuidado, fui cortando una a una las junturas de las páginas, bien arriba o en el lateral derecho de las mismas.
Concluida la tarea, empecé a leer con fruición y sosiego el primer poema de este texto que me costó tres euros. (Dejo las reflexiones sobre lo dicho al albur de la conciencia de cada lector, y os dejo con el primer poema que vieron mis ojos, cuando me sumergí en el sellado texto).
Señales
"Todo es señal: la sombra del cerezo,
el rumor de la hiedra, la frigidez del arce,
la infantil sosería de la lima,
el manantial perfume de la menta,
todo es señal, todo es revelación.
Todo brota, respira, se alza, se abre
hacia la luz, extiende
sus brazos, sus afanes,
florece, se engalana,
se desnuda después de su belleza
y ya es fruto jugoso, sabroso, obra bien hecha
entrada en la simiente que el otoño
arranca en vendavales
y hunde el invierno en lodo, en frío, en muerte,
en un blanco silencio
sin fisuras.
Pero todo renace en primavera:
semillas, troncos, ramas,
y verdea y florece,
y nos habla a los ojos y al olfato y al tacto.
Todo es señal, todo se nos revela.
Tratemos de entender."
Paco Huelva
Enero de 2014
"Tres euros muy bien empleados". Viendo el repertorio de las cadenas de TV en Navidad y Fin de Año, uno entiende el motivo del escaso despegue de nuestra cultura: Alaska, Rafael, Concha Velasco, imágenes de Lina Morgan, etc... fueron ocupando espacios y minutos que podrán estar dedicados a las nuevas promesas de la música, pero... nos empeñamos en mantener a los que fueron "divos", esos que pregonan "solidaridad" como Sabina, Serrat, Bose y muchos otros progresistas y menos progresistas que se desmelenan por seguir chupando esa cámara que mantiene vivo su ego y su bolsillo, y da igual quien gobierne, siempre se les pone a ellos.Con la literatura pasa igual, "autores anónimos" debería ser el titular de tu próximo artículo. No hace muchos años compré por un euro, en el paseo de la Castellana de Madrid, un librito de poemas a un autor desconocido, que me dio varias veces las gracias. Recuerdo que lo leí, que me gustó y guardé entre mis recuerdos. No supe más de él, quizás haya muerto en vida al contemplar el silencio de la gratitud.Un abrazo y Feliz 2014