Fantasmas (2015)
Y baja, y sube, la gente, horadando el alba que asoma haciendo resurgir esquinas, casas y piedras veladas.
Y sube, y baja, la gente, deshilachando sueños nocturnos en pro de algo que siempre escapa.
Y se pregunta la gente, que baja y que sube ¿cuál es el sentido de sí, de uno, de todos, en un universo que a cada segundo se marcha?
¿Qué vinimos a hacer aquí en un instante cósmico, en el centelleo de esa breve luz que nos ampara?
Y uno ha de responder que nada.
Que nada puede influir el hecho de que uno venga o vaya en este movimiento astral que todo lo substancia.
Y cuando la duda arrecia y nos lleva a un arquitecto del todo y de la nada siempre regresa sin respuestas, a no ser que la fe, esa odisea por los hombres inventada, te atrape cuan mosca a telaraña atada.
Miro a los dioses todos y a las vírgenes inmaculadas y siento una pena honda por el hombre que no puede ir más allá de la platónica pantalla.
En grande caverna vive el hombre, falto de luz y lleno de fantasmas.
Paco Huelva
14 de octubre de 2015