Animales de compañía
Pero ayer, en el colmo de mi sorpresa, he leído en un periódico de tirada nacional (El Mundo, en su cuadernillo dominical Crónica), que unos veterinarios de Valencia (Juan y Amalia Tamarit, padre e hija, en este caso), se dedican a hacer a los animales de compañía la cordectomía, o sea, la mutilación de las cuerdas vocales de los animales para que no molesten con sus ladridos, maullidos... a sus dueños y a sus adorables vecinos.
Por la intervención estos deshumanizados veterinarios y algunos otros en el territorio nacional cobran 250 euros, garantizando que el animal ya no molestará ni con sus gemidos cuando esté pariendo o muriéndose.
Este columnista que convive, maravillosamente, aparte de con su unidad familiar humana, con cuatro perros (dos de ellos recogidos en la calle, abandonados por personas que debían irse de vacaciones, supongo: ambos casos fueron al comienzo del verano), con dos gatos, uno de ellos de vacaciones amorosas ahora, pero regresará pronto, como siempre, aunque más delgado y con magulladuras), cuatro borregas (ayer asistí al parto de una de ellas, un corderillo precioso; mas dos que vienen en camino para esta semana, calculo), un innumerable nidal de gorriatos en el alero que año tras año, generan una volatinera sinfonía matinal que me sirve para despertar en paz; mas un nido de golondrinas que este año han utilizado dos parejas y cuyo resultado ha sido cinco y cuatro polluelos respectivamente, leer estas barbaridades en una sociedad que se identifica como culta, desarrollada y respetuosa, es al menos deprimente.
Para decirlo claro y sin tapujos, esta información de la cordectomía a los animales para que no ladren o maúllen y no molesten a sus dueños y vecinos, ME TOCA LOS GíEVOS UNA BARBARIDAD.
En el proyecto de modificación de la Ley 14.346, de maltrato animal, en su artículo 5, se dice que serán reprimidos con prisión de 4 a 6 años, el que infligiere actos de CRUELDAD AGRAVADA a los animales.
En el artículo 6.11 se establece: serán considerados actos de CRUELDAD AGRAVADA... "practicar la cordectomía (corte de las cuerdas vocales para evitar ladridos).
Y como no voy a entender ni entenderé, por mucho que quieran razonármelo, más allá de cuestiones crematísticas y monetarias, las razones que una persona, sanitaria, veterinaria, pueda darme para justificar tal barbarie digna de un campo nazi de exterminio y experimentación, espero sinceramente que todos estos matasanos animales, en algún momento, se tengan que gastar en medicina para ellos el dinero que ganan con estas prácticas y que, además, si es posible, sea en la cárcel y con un esparadrapo en la boca para que no puedan quejarse. ¡Bárbaros!
Para flipar en colores, Paco, para flipar. Yo, fijate tú, no puedo dejar de pensar tras leer tu artículo en el tema de las corridas de toros. Reflexiono: No es de extrañar que, en este pais, ocurran desmanes semejantes al de la amputación, disección (o como se llame esa barbaridad) de las cuerdas vocales de los perros/gatos, y que nos quedemos tan panchos, cuando aquí se glorifica a ese montón de asesinos vestidos de fantoches de carnaval, o sea, toreros y sus cooperadores necesarios, por cometer, publicamente y previo pago, atrocidades escandalosas. Creo que la protección a los animales (a todos) y al entorno natural es una de las grandes asignaturas pendientes de los poderes públicos. Un abrazo. Buen artículo Paco.