Os prometo que me pongo nerviosa cuando "acometo" un poema. Uno de ellos ya vio la luz en distintos espacios. Es un poema homenaje a la madre que me acogió en su placenta cuando murió mi madre. Es una elegía que me arranca la fe.í Los otros son rigurosamente inéditos. Son una vuelta de tuerca, para variar, cínicos y despiadados conmigo misma y el mundo. Espero vuestros comentarios más sinceros. Son los lectores los que hacen que un poema sea bueno o no. Gracias.
Colgados de la soga
estrangulados
y meados
con el verso empinado.
Cada poema,
es un acto de egocentrismo
concerniente a la religión
de la egolatría
donde los ególatras
se vilipendian
y se alaban
en torno
por supuesto,
al yo,
tu y yo,
la última erección.
Este regalo no lo quiero
No quiero un grito
en el silencio.
Pero sí quiero:
-un beso en las mañanas,
y otro en los ocasos
contemplando el Sol
reflejado en tus pupilas.
-Quiero sentir tu mano
en mi mano de vez en cuando,
pero que no sea de tarde en tarde,
si puede ser.
-Quiero que no me mires
cuando lloro
y no me pierdas de vista
cuando río.
- Y por último quiero:
que te guste navegar
bajo las estrellas;
para que comprendas
que te quiero.
¡Veamos, pues!