Somos madera

Madera húmeda que no quema. Sólo echamos humo. Qué penita...

Siempre han habido memos, se puede ser a los quince y a los cincuenta, la memez es una opción personal, y hoy día, ya sabemos, que hasta una cuestión generacional. Nunca los jóvenes del mundo tuvieron a su alcance tantos medios para acceder a la cultura, pero en cambio han optado por la vía de la estulticia para andar por el mundo. Ya ni siquiera es un problema, por muchos informes sesudos que lo adviertan, es una cuestión de simple adaptación. O sea, de acostumbrarnos a vivir entre memos.
Vino y besos.

Se nos ha echado encima el tiempo de la memez. En estas fiestas hasta los menos tontos se vuelven estúpidos, gregarios. Yo no voy a enarbolar la bandera de la intelectualidad, por tutatis que jamás me he encontrado cómoda en ese getto, pero la avalancha humana de estulticia, en estas fechas cobra entidad, somos un ente comprador, comedor, cagador. Como dice Piquero, nos volvemos "productores de mierda". Leer no lee nadie, pero un jamón no falta en ninguna casa. Estoy mezclando dos opiniones, pero es que en estas fechas me vuelvo terrorista intelectual, odiadora compulsiva, rompehuevos. Y además, yo también quiero tener un jamón....

Desde luego que os quejáis por cualquier cosa. ¿Para qué se necesita leer? Si ya disponen en casa de un televisor -o varios-, un número indeterminado de teléfonos móviles y fijos, algún ordenador con Adeseele, las revistas Hola, Diez Minutos, RQ y no sé cuántas más cosas interesantes donde vienen o pasan la realidad del mundo interesantísimo por el que transitamos... ¿Para qué coño hace falta un libro, para estorbar?

Quieto ahí un momento Paco, no nos confundamos, que un libro bien encuadernado, o casi mejor una enciclopedia entera con bonitos lomos, es un elemento decorativo imprescindible en cualquier hogar que se precie. Puestecitos ahí, sobre la tercera repisa del mueble bar, junto a la sopera portuguesa, los platitos chinos y la foto del primogénito en la mili, inmaculados, libres de polvo, (y paja), que si, que si, que otra cosa diferente es pararse a leerlos, pero qué más da si su interior está en blanco... La cosa es aparentar, ¿no...?.

Feliz Navidad.

Pues yo creo que los adolescentes son, paradojicamente, sabios en su estulticia. Para mi es un metodo de defensa. La educacion conduce a la cultura, la cultura a la inteligencia, la inteligencia a la lucidez, la lucidez a la depresion y la depresion al suicidio.
Finlandia, primera en el informe que mencionais, es una de las naciones con mayor indice de suicidios entre adolescentes (21 adolescentes de cada 100.000 por 6 en España). Es evidente, mejor ignorar en manos de que adultos esta el mundo. ¡¡¡¡A la felicidad a traves de la ignorancia!!!!.