¡Ojalá los parta un rayo! (2014)
¿Qué derecho tiene a comer un pobre?
Ese que nació pobre o se hizo
pobre, jugándose la vida
con cartas marcadas por otros.
¿Es que desea el pobre
parecerse a los ricos,
siendo pobre?
Es que no comprende, este hombre,
esta mujer, este niño pobre...
que es sólo un pobre y, a nadie,
ni a dios ni a rey ni a político
alguno, le gustan los pobres.
¡Los pobres son molestos, joder!
¡No se dan cuenta!
Pero... ¡si tienen problemas de todo tipo!
No tienen casa, patrimonio, trabajo,
ropa adecuada ¡ni siquiera comida!
¿Cómo pueden exigir nada siendo nada?
¡Qué poca consideración!
¡Qué poco respeto por las personas de orden!
Un pobre es una persona que tiene dificultades
de índole muy diversa y, además, se queja.
Te ven por la calle y te tienden la mano,
así, sin más preámbulos.
Como si uno no pagara sus impuestos
y todas esas cosas
para encima, tener que padecer su miserable imagen
por las calles, mendigando
o haciendo cola en lugares de beneficencia.
Pareciera que les gustara vivir así.
Además, hasta se permiten llorar a veces.
¡Llorar!
Por un euro o por algo de comer.
¡Qué latrocinio, yo no sé a dónde vamos a llegar!
NOTA.- Dedicado a la conciencia de la multitud de maniqueos instalados en el bienestar de la política, las religiones, las finanzas, la banca y otras estructuras que hacen posible que en este país la indigencia siga aumentando y aumentando y 2.306.000 niños vivan bajo el umbral de la pobreza. ¡Ojalá los parta un rayo!
Paco Huelva
Junio de 2014
Excelente.Lo malo es que esta gente tiene todo tipo de pararrayos. Los rayos que caen, por desgracia, a quienes van a partir es a los mismos, a los de "abajo".