La Pachamama
Los bolivianos le llaman "Pachamama" a la madre tierra. Ayer, en unas elecciones de la que carezco aún de los resultados, los bolivianos debían elegir una Asamblea Constituyente que será la encargada de redactar, en un año, una nueva Carta Magna que posteriormente deberá ser ratificada en referéndum.
Evo Morales, en rueda de prensa, ha anunciado que en la nueva Constitución los recursos naturales no sólo serán propiedad del Estado sino que estarán bajo la gestión de éste. La Asamblea Constituyente, según Evo, no sólo liberará a los pueblos, sino a los recursos naturales que no deberían ser ni siquiera otorgados en concesión. Estoy convencido, continúa, que el nuevo régimen económico de nuestro país se debe fundamentar en los recursos naturales que nos sigue dando la madre tierra y en la finalización del régimen latifundista en Bolivia.
Además, Evo anuncia para el dos de agosto - curiosamente, el mismo día en que se aprobó en referéndum el Estatut catalán en 1931, o que, por poner un poco de bello canto en esta odisea de Evo, murió Enrico Caruso; quizá el mejor tenor de todos los tiempos-, anuncia decía, que su Gobierno presentará una revolución agraria, no una reforma, una revolución.
Refundar un país como pretende Evo, en tan sólo un año, modificando cuestiones tan esenciales como la propiedad, la configuración territorial del país andino, el funcionamiento de todas las estructuras del Estado en un lugar como Bolivia, inundado de multinacionales -algunas españolas- y en donde la miseria instalada en los pueblos indígenas es casi generalizada no será tarea fácil.
Cabe la posibilidad de que Bolivia se divida -lo que sería catastrófico para Morales- entre dos territorios bien definidos. Las dos Bolivias -os suena aquello de las dos Españas- serían los "cambas" por un lado y los "coyas" por otro. Los coyas, habitantes del altiplano que siempre han mirado hacia el Pacífico y es donde las tesis indigenistas de Morales tienen más aceptación, y los cambas, que representan a la zona oriental del país y que siempre han mirado como modelo de desarrollo al Atlántico.
Un país y dos modelos de economía en juego completamente enfrentadas. No es justo que Bolivia continúe como está. Pero, ¿un cambio tan radical en las tesis gubernamentales será aceptado sin más por los detentadores del dinero? Éstos, conseguirán todo el apoyo posible de los países y grupos que tienen intereses económicos en la zona. Y Evo, ¿qué apoyos conseguirá Evo en el exterior para que su drástica decisión no rompa el apoyo popular que ahora tiene y le permita avanzar en el cambio necesario de las estructuras políticas de su país que ha puesto la riqueza que atesora en manos de monopolios exteriores? La situación de Bolivia es mala, pero puede ser peor.
Deseémosle a los bolivianos que puedan encontrar la senda que les lleve al control de sus recursos, a la obtención de un reparto más equitativo de la riqueza y sobre todo, que no caigan en una guerra civil que con seguridad será alentada por los que ahora exprimen esa tierra sin pagar la plusvalía necesaria.
Evo Morales, en rueda de prensa, ha anunciado que en la nueva Constitución los recursos naturales no sólo serán propiedad del Estado sino que estarán bajo la gestión de éste. La Asamblea Constituyente, según Evo, no sólo liberará a los pueblos, sino a los recursos naturales que no deberían ser ni siquiera otorgados en concesión. Estoy convencido, continúa, que el nuevo régimen económico de nuestro país se debe fundamentar en los recursos naturales que nos sigue dando la madre tierra y en la finalización del régimen latifundista en Bolivia.
Además, Evo anuncia para el dos de agosto - curiosamente, el mismo día en que se aprobó en referéndum el Estatut catalán en 1931, o que, por poner un poco de bello canto en esta odisea de Evo, murió Enrico Caruso; quizá el mejor tenor de todos los tiempos-, anuncia decía, que su Gobierno presentará una revolución agraria, no una reforma, una revolución.
Refundar un país como pretende Evo, en tan sólo un año, modificando cuestiones tan esenciales como la propiedad, la configuración territorial del país andino, el funcionamiento de todas las estructuras del Estado en un lugar como Bolivia, inundado de multinacionales -algunas españolas- y en donde la miseria instalada en los pueblos indígenas es casi generalizada no será tarea fácil.
Cabe la posibilidad de que Bolivia se divida -lo que sería catastrófico para Morales- entre dos territorios bien definidos. Las dos Bolivias -os suena aquello de las dos Españas- serían los "cambas" por un lado y los "coyas" por otro. Los coyas, habitantes del altiplano que siempre han mirado hacia el Pacífico y es donde las tesis indigenistas de Morales tienen más aceptación, y los cambas, que representan a la zona oriental del país y que siempre han mirado como modelo de desarrollo al Atlántico.
Un país y dos modelos de economía en juego completamente enfrentadas. No es justo que Bolivia continúe como está. Pero, ¿un cambio tan radical en las tesis gubernamentales será aceptado sin más por los detentadores del dinero? Éstos, conseguirán todo el apoyo posible de los países y grupos que tienen intereses económicos en la zona. Y Evo, ¿qué apoyos conseguirá Evo en el exterior para que su drástica decisión no rompa el apoyo popular que ahora tiene y le permita avanzar en el cambio necesario de las estructuras políticas de su país que ha puesto la riqueza que atesora en manos de monopolios exteriores? La situación de Bolivia es mala, pero puede ser peor.
Deseémosle a los bolivianos que puedan encontrar la senda que les lleve al control de sus recursos, a la obtención de un reparto más equitativo de la riqueza y sobre todo, que no caigan en una guerra civil que con seguridad será alentada por los que ahora exprimen esa tierra sin pagar la plusvalía necesaria.
Pues no puedo decir más que ¡bravo por Evo! que le está echando un par. Bueno, sí diré algo más, pronto, muy pronto, los medios de difusión masiva interesada, como le gusta llamarlos a un buen amigo, comenzarán a preparar el terreno a los poderes fácticos que los dominan para echar por tierra el solidario proyecto de Morales. Pronto, muy pronto, ya verás Paco, le comenzarán a acusar de Dictador y hasta, si es preciso, de pederasta.
Un abrazo
Rafa
Ps. Y es que, tal y como está la situación de Bolivia, o se hace así, de golpe y porrazo -ya sabes, el elemento sorpresa- o al final, nada de nada, las medias tintas en lo tocante a revoluciones, no lleván a ningún sitio. Si no, que se lo digan a Lula.