Inteligencia (2015)

Desde que nacemos andamos adquiriendo conocimientos que nos permitirán desarrollar juicios críticos en el devenir.
Pero, los procesos de aprendizaje y aculturación no implican que nos hagamos mejores personas, ni mucho menos.
Hay personas muy inteligentes, cultas incluso -la inteligencia no tiene por qué ir de la mano de la cultura- que, a veces, incluso muchas veces, cometen errores garrafales; de los de exposición, vamos.
Los que ostentan el poder en cualquier ámbito -social, político, religioso, filosófico o económico- realizan de manera iterada, con un desparpajo que roza el insulto, un derroche de prepotencia y arrogancia que los inhabilita para ser llamados inteligentes.
Pero, por desgracia para la humanidad, tienen algo a su favor: siempre encuentran un grupo de acólitos dispuestos a seguirles al fin del "mundo" si hiciera falta, lleven o no razón en sus posicionamientos o en los hechos que realizan, bien enmascarados claro está, entre pieles de cordero donde se esconde un lobo dispuesto a sajarlos de un afilado tajazo cuando fuere menester.
Y esto es peligroso, porque, muchos humanos han muerto -literalmente, no es una metáfora- por obedecer órdenes estúpidas.
Estos mentirosos -inteligentes- profesionales podrán seguir mintiendo; eso es fácil, lo percibimos a diario; lo difícil es mantener las mentiras en el tiempo.
Paco Huelva
Enero de 2015