Europa, políticos, e intelectuales (2014)
Alguien dirá que me equivoco. Y estará en su derecho. Las personas libres sólo debemos pleitesía a nuestra conciencia. Con eso basta. Con saber que haces lo que debes. A contracorriente si se tercia.
Y eso es todo. Todo en la vida.
Puede que algunos se rían. Que me llamen iluso. Don nadie. Pero reitero: no importa.
Sólo los intelectuales de palabra libre, palomas blancas cuyos vuelos están orientados por el conocimiento y por la praxis personifican al pueblo. Y no todos los partidos ni los políticos que los representan cumplen con este aserto.
Los políticos que desoyen, que prescinden de los intelectuales... o, los intelectuales que se venden a los primeros, nada son. Mercaderes quizá. En ambos casos sus errores los pagará el inocente y desvalido pueblo: pequeño niño acunado por malos vientos.
No pueden llamarse sabios a quienes estando en posesión de los discernimientos en tal o cual materia los usa en beneficio propio y no los facilita sin contraprestación alguna a la humanidad.
Trabajo digno, sanidad universal y pública, educación, equidad, igualdad entre géneros, cultura y justicia independiente. En esto se basa todo. Esto es todo lo que debe contener un programa de gobierno. Lo demás, sobra.
Solo el estudio y el pensamiento pueden liberarnos de las tiranas sombras que atenazan nuestros movimientos. Pero, hay que dejarlo claro, fueron los intelectuales quienes inventaron Europa, no los políticos. No olvidemos esto.
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Paco Huelva
Abril de 2014