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El violín mojado, de Javier Sánchez Menéndez


"Perdona lo que soy por lo que amo."


(JSM)



Me voy encontrando en los últimos tiempos con las cadenetas sonoras del lenguaje de la profesora Rocío Fernández Berrocal iluminando literaturas que me interesan. Ahora lo hace en el prólogo de El violín mojado (Libros del Aire, 2013), de Javier Sánchez Menéndez.


Un texto editado por primera vez en 1991 y al que la crítica de la época destacó por su frescura y vitalidad lírica.


Expresa Fernández Berrrocal que "la lírica de la emoción y el misterio" es para Javier Sánchez Menéndez "la razón de la palabra poética".



(...) el alma nos flota


como tiemblan las palomas en la cornisa del parque


cuando apremia el frío


o cuando baja el agua desde el cielo. (...)



JSM nos habla de los imaginarios vitales rotos por el paso del tiempo, de la destrucción de los sueños, que apenas son ahora poso o sedimento inamovible: material muerto.



¿Recuerdas?,


nosotros también tuvimos nuestro sesenta y ocho,


pero era tranquilo,


siempre quieto,


tan sosegadamente nuestro


que nos mirábamos diciendo


¿quién será este rebelde?,


porque éramos rebeldes,


tan impotentes y tan rebeldes


que fue una iluminación


lo que nos unió para siempre (...)



He de reconocer que mientras leía El violín mojado una mariposa amarilla y preguntona revoloteaba mi sesera inquiriéndome si el autor de este libro era JSM. He llegado a manejar varias hipótesis antes de contestar al áureo espectro: que lo hubiera escrito un gemelo, un amigado vecino, alguien que lo conoció siendo púber y luego zagalón tranquilargo perdido en los marjales difusos de la vida... pero, al final, leído y releído el poemario, he llegado a la conclusión de que en este texto están las bases, el cimiento, el sueño dorado de un escritor que hace dos décadas manejaba por igual las esperanzas y los desasosiegos. No obstante, el libro ha seguido el orden natural de las cosas, debido... exclusivamente, a la calidad de su verbo.


Fue escorrentía para ser río, que fue mar para ser nube, que dejó ir el agua para ser... El orden natural de las cosas: el ciclo del poeta. Si no, lean esto:



VARIACIÓN DE MOGUER


Uno se cansa de mirar anuncios en la acera,


de leer las palabras que dicen los letreros,


de recorrer las calles diariamente;


uno se va cansando del trabajo,


la ocupación que decide saber si hoy es lunes o domingo,


observar el último refresco o el tabaco de América


que el ministro de Sanidad intenta prohibir con luminosos en el metro,


en los estancos, en las paradas de autobuses.



Uno, mientras surge lo alegre,


se cansa de amar,


de volver a la infancia y su difícil tránsito,


se cansa de ser adolescente o niño,


o jugador de fútbol en portones oscuros


donde todos cometimos algún atropello


con un balón, con un cigarro o con unos labios de mujer.



Uno se va cansando,


y se llega a una edad en donde el riesgo es el hábito (...)



Paco Huelva


Diciembre de 2013


http://www.iberarte.com/index.php/artes-plasticas/literatura/7341-el-violin-mojado-de-javier-sanchez-menendez


http://www.elperiodicodehuelva.es/index.php/component/k2/item/33558-el-viol%C3%ADn-mojado-de-javier-s%C3%A1nchez-men%C3%A9ndez



juanjo
juanjo dice:
06/12/2013 22:10

Hola Paco, muchas gracias por descubrirnos libros como este, tiene una pinta muy buena, pienso intentar conseguirlo.

Paco Huelva
Paco Huelva dice:
07/12/2013 00:53

La verdad es que merece la pena porque marca el despegue de un escritor al que de seguro, luego, vas a seguir.Un abrazo.