El atentado de ETA
El día del atentado en Barajas, algo se quebró en este país. Los dictadores de ETA han utilizado el mismo lenguaje de siempre: el fomento del dolor y el miedo. Hay quienes dicen que el presidente Zapatero es un ingenuo, yo no lo creo. Está claro que en la mesa de negociación, la banda criminal de ETA ha sentado un elemento más -por otra parte esperable dentro de la "lógica" con que actúan los terroristas- y es, su posición de fuerza. Literalmente ha hecho llegar al Gobierno y a todos los españoles que si no consiguen sus objetivos al completo, o casi, usarán la fuerza de las armas, la de los muertos, la del descrédito internacional... Esa es la única razón del atentado vista desde la óptica de sus dirigentes.
Estaba en Madrid cuando ocurrió el mismo. No estaba en el aeropuerto, afortunadamente, pero estaba en la ciudad. Los rostros de la ciudadanía sólo delataban incomprensión, malestar, hastío, cansancio, miedo... En todos los lugares de España y del mundo occidental las imágenes del trágico suceso abrieron los informativos audiovisuales y escritos. Ese era el objetivo de los terroristas.
Como la mayoría de los españoles seguí el curso de los acontecimientos a través de las noticias que fueron llegando. Escuché los posicionamientos de líderes políticos, los lamentos de familiares de las víctimas, las quejas de los usuarios de líneas aéreas... Intenté realizar una valoración coherente de lo que me iba llegando, de lo que se iba conociendo... pero, lo que me repateó el estómago, lo que me dio ganas de vomitar, lo que me llenó de rabia, fue oír en directo las manifestaciones de Arnaldo Otegi. En realidad, no esperaba de Herri Batasuna otra cosa que la que escuché; pero confirmar mis sospechas me llenó de rabia. Este individuo, que se llama a sí mismo demócrata, es un dictador execrable. Sólo puedo definirlo de dos maneras: o es un bartolito de feria, un juguete en manos de ETA y por tanto, nada pinta en una negociación donde nada representa porque no tiene el poder de decisión y el control de la banda, o es el político más sinvergíenza y con la cara más dura de los que pisan las calles de este país. "La tregua no se ha roto", dice el tío, con su cara de hipócrita, de mentiroso compulsivo.
Estoy convencido de que dentro de ETA hay escisiones, como en cualquier estructura conformada por personas. Pero el sector duro de la misma, los que están en la cárcel por delitos de sangre van a intentar -y lo conseguirán muchas veces aún- seguir sembrando la semilla de la discordia a base de bombazos y atentados.
Pero también quiero decir otra cosa, la actitud del PP no es la más adecuada, no es la que conviene a los intereses de todos los españoles. Están buscando sólo un rédito electoral con un asunto de Estado, manipulando además los sentimientos y el dolor de todos los españoles. El interés de la ciudadanía es finalizar esta sangría constante y eso significa que, aunque al PSOE le costase perder el Gobierno de la nación, el ejercicio de responsabilidad al que están obligados los líderes socialistas, especialmente Zapatero, es a buscar incansablemente la paz. Con rigor, con la ley en la mano, pero tienen que seguir buscando incesantemente vías de acuerdo. Sin pacto no habrá paz. Si eso conlleva transigir en algo habrá que hacerlo. No hay que asustarse. La paz y la finalización de la violencia lo merecen y los ciudadanos, además, lo exigimos.
Estaba en Madrid cuando ocurrió el mismo. No estaba en el aeropuerto, afortunadamente, pero estaba en la ciudad. Los rostros de la ciudadanía sólo delataban incomprensión, malestar, hastío, cansancio, miedo... En todos los lugares de España y del mundo occidental las imágenes del trágico suceso abrieron los informativos audiovisuales y escritos. Ese era el objetivo de los terroristas.
Como la mayoría de los españoles seguí el curso de los acontecimientos a través de las noticias que fueron llegando. Escuché los posicionamientos de líderes políticos, los lamentos de familiares de las víctimas, las quejas de los usuarios de líneas aéreas... Intenté realizar una valoración coherente de lo que me iba llegando, de lo que se iba conociendo... pero, lo que me repateó el estómago, lo que me dio ganas de vomitar, lo que me llenó de rabia, fue oír en directo las manifestaciones de Arnaldo Otegi. En realidad, no esperaba de Herri Batasuna otra cosa que la que escuché; pero confirmar mis sospechas me llenó de rabia. Este individuo, que se llama a sí mismo demócrata, es un dictador execrable. Sólo puedo definirlo de dos maneras: o es un bartolito de feria, un juguete en manos de ETA y por tanto, nada pinta en una negociación donde nada representa porque no tiene el poder de decisión y el control de la banda, o es el político más sinvergíenza y con la cara más dura de los que pisan las calles de este país. "La tregua no se ha roto", dice el tío, con su cara de hipócrita, de mentiroso compulsivo.
Estoy convencido de que dentro de ETA hay escisiones, como en cualquier estructura conformada por personas. Pero el sector duro de la misma, los que están en la cárcel por delitos de sangre van a intentar -y lo conseguirán muchas veces aún- seguir sembrando la semilla de la discordia a base de bombazos y atentados.
Pero también quiero decir otra cosa, la actitud del PP no es la más adecuada, no es la que conviene a los intereses de todos los españoles. Están buscando sólo un rédito electoral con un asunto de Estado, manipulando además los sentimientos y el dolor de todos los españoles. El interés de la ciudadanía es finalizar esta sangría constante y eso significa que, aunque al PSOE le costase perder el Gobierno de la nación, el ejercicio de responsabilidad al que están obligados los líderes socialistas, especialmente Zapatero, es a buscar incansablemente la paz. Con rigor, con la ley en la mano, pero tienen que seguir buscando incesantemente vías de acuerdo. Sin pacto no habrá paz. Si eso conlleva transigir en algo habrá que hacerlo. No hay que asustarse. La paz y la finalización de la violencia lo merecen y los ciudadanos, además, lo exigimos.
uuufff, Paco, para hablar de este tema es mejor sentarse con mucho rato por delante.
Ya ves, gana quien tiene armas de matar y las usa. Como los maltratadores, la eta, los yankis... Ni el gobierno ni el Estado podemos hacer nada contra ellos: Dejarán las armas cuando ellos quieran, dejarán de matar cuando les salga de la neurona o cuando se vayan muriendo porque no han nacido para otro fin. Tampoco creo que sean felices, los pobres