Dos veces
Dos veces. Siempre lo hace dos veces. El teléfono suena dos veces y cuelga. En ese momento llega el éxtasis: el derramarse. Es nuestra forma de hacer el amor. Nuestras múltiples ocupaciones no nos permiten otra cosa y por ahora con eso nos basta. Debo decir que alguna vez hemos sido desleales. Alguna llamada por error lo ha propiciado, pero, nos la hemos ocultado como es natural. Por otro lado una infidelidad de vez en cuando a todo el mundo hace bien ¿o no?