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PASAR DE OBISPOS

El otro día capté con el turboturbante el comentario de un amigo, en su blog, sobre una pifia de don Cayo Lara, lo que me ha dado pie para unas reflexiones, que os paso por si son útiles.

Cuando alguien hace un curso de ventas, una de las primeras cosas que se le enseña es que si tiene que vender algo, hable de su producto, no del de la competencia. Es decir, repetir el nombre -muchas veces para que se grabe- del propio y nunca el de los competidores, de los que sólo hablará, sin citar los nombres, si el cliente potencial hace algún comentario elogioso sobre ellos, para exponer las ventajas del propio y, si son demostrables, los inconvenientes de los competidores.

Eso es algo que la izquierda española no ha aprendido desde la transición para acá. De modo que, así, difícilmente podrá "vender su producto".

Tampoco ha aprendido que para luchar con la derecha capitalista, dueña de los medios de comunicación, careciendo de capitales como para hacerles la competencia con medios similares, ha de afinar sus mensajes, hacerlos claros y comprensibles para el común de la ciudadanía (no se olvide, la que sólo conoce el vocabulario de los deportes y la telebasura) y buscar modos alternativos y directos de llegar a la gente, sin parafernalias bobas, del tipo movidas festivas, que distraen y entorpecen la percepción de los mensajes.

Ofrecer claridad y confianza y no caer en el juego de la fuerte competencia. No caer en malos modales de los que hacen exclamar al común: "la política es un asco, todos son iguales". No entrar al trapo de las provocaciones.

Un ejemplo claro de los errores que señalo es el modo de enfrentarse a las barbaridades de la iglesia:

Un obispo dice una salvajada, por ejemplo que los reyes católicos fueron precursores de los derechos humanos, y todas las webs y blogs de izquierdas se dedican a escribir artículos y más artículos para rebatir e insultar al artista. Hoy he visto en un blog que les llaman locos.

Y no, son listísimos, es de libro: ¿que viene el papa y va poca gente?, ¿que cada vez va menos personal a misa o a casarse por lo canónico?. Pues a hacer una campaña publicitaria que para sí quisieran muchas marcas comerciales. Y además gratis:

dicen su burrada, y ya tienen asegurado el debate con la izquierda. "Ladran, luego cabalgamos". "Que hablen de mí, aunque sea mal", dándose, además la circunstancia de que muchos de los líderes izquierdistas desconocen a fondo los entresijos, historia y documentos eclesiásticos, de modo que incurren en errores cuando entran al trapo, lo que les lleva al ridículo. Con esas actitudes consiguen que quienes no tienen las ideas claras, casi puedan ponerse del lado de los obispos, porque éstos tocan la "sensibilidad de la tradición", eso tan nefasto en la mayoría de los casos, mientras que el izquierdista está ofreciendo, mal, soluciones "comunistas" desprestigiadas por la caída de la URSS y la propaganda nacionalcatólica de 40 años.

Sé que es tarea difícil, pero hay que pasar de obispos. Aunque han sido, y aún lo son en gran medida, detentadores de poder antidemocrático, hay que ningunearlos, no hacerles caso, conseguir que sus discursos sólo los oigan los rebaños que apacientan, no el resto de la ciudadanía.

El problema son los medios de comunicación, lo sé. Publican todo lo que dice la jerarquía eclesiástica. Pero si son medios de empresas capitalistas, actúe la izquierda atacando a sus beneficios económicos. Por ejemplo:

sin entrar en las webs ni blogs que publiquen noticias sobre la iglesia;
ni comprar prensa de papel;
boicoteando los telediarios de todas las cadenas de TV y, naturalmente, documentales y demás;
idem sobre las emisoras de radio;
absentismo en toda actividad religiosa o disfrazada de ello, sean bodas y/o comuniones de amistades o familiares, procesiones, romerias, cabalgatas de reyes, etc... por muy tradicionales que sean y aunque ofrezcan algún atractivo estético.


Y todo lo que, en esa línea se nos pueda ocurrir.

Si caen audiencias, ventas de periodicos, ingresos por administración de sacramentos ú hostelería, quienes dan voz a la institución se lo pensarán, que la pela es la pela y hasta puede que, por muy católicos de verdad que sean, le digan a los mitrados: "Sorry, business is business".

Hay que ningunearlos, hay que pasar de obispos, lograr que su actividad supersticiosa se reduzca a la intimidad de quien la practique, como el espiritismo y demás esoterismos, y no hacerles el juego propagandístico. ¿Sabremos hacerlo?

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MANUEL RUBIALES REQUEJO
MANUEL RUBIALES REQUEJO dice:
06/01/2011 00:49

Tomaremos nota por la parte que nos toca. Saludetes