Un romance de miradas
A más que nos mirábamos,
Más hondos nos veíamos.
Sólo fue un romance de miradas,
Un yelmo de deseos cómplices
En el exilio titilante de la cordura,
Un abismo de caricias y besos etéreos.
Eso fue todo, una mar de pupilas irisadas
Ante un bello karma, de mudez desnuda,
entre un palomar de arrullos.
Dos amantes de lejano en uno fundidos.
Dónde nunca un beso halló su morada.
Ni la palabra amor, empañó su silencio.
Dónde nunca una caricia rozó terciopelos.
Fue entonces que mis ojos,
Se encontraron en los tuyos,
Como rayos tras vitrales
En un crepúsculo vagabundo.
Y, a más que nos mirábamos,
Más hondos nos veíamos.
Y, por más que compartimos
Lo que fue o pudo haber sido,
Será, pues aún lucirían rescoldos,
Sí algún día se volviesen a cruzar.
...Retenme en tu mirada,
Yo te aguardaré en la mía.
Precioso, Victoria, ya lo dijo Gabriela Mistral, "hay besos que se dan con la mirada".
Un beso.