Presentación
SÓLO ESCRIBO LO QUE ME DICTA LA PIEL.
Comenzaba septiembre del 66, cuando aterricé de cabeza en este mundo. Desde entonces, ha ido transcurriendo el tiempo y atesorándose por estratos, uno a uno, mis pensamientos y a mezclarse todos a la vez con los recuerdos. Intento conservar la inocencia que me queda, aunque muchos de los pasos que ya di por la vida, aplastaron gran parte de las flores que conservaba en la trastienda de mis quimeras.
Entiendo la sociedad desde el gran espectáculo del teatro, sirviéndome a veces de guiones, a veces, de improvisaciones, de espectadora o de comediante; creyéndome así, como el resto de los ingenuos que somos -como brotados del olvido en cada función-.
Estoy insatisfecha con el ser humano cuando relega de los infelices y de los pobres . Detesto a los falsos ídolos que sepultan a los pueblos en una esperanza de ensoñación, prefabricada y engañosa por mantener su dominio.
La empresa educativa me cogió de la mano, más bien fui yo quien se la tendí, hace dieciocho años y desde entonces trabajo en la docencia, cultivando "personitas". Ahora soy Directora en un colegio de educación infantil y primaria y Coordinadora de varios proyectos de innovación. Me sigo refugiando en mi trabajo porque todavía confío en que la única forma posible es la erradicación de la tan extendida ignorancia. Utilizo mi poder, únicamente, como fuerza que ayude a crecer.
También soy el fruto de mi afición a la lectura, de todos los tiempos , en todas sus formas, con todas sus máscaras, aunque os confieso que suelo rehusar de los más vendidos y los más premiados. Acompaño mis sueños y pesadillas con música de estilos diferentes, según luzca el color de mis ánimos, que casi siempre lucen variopintos.