Se desnuda mi palabra
El camino es largo hacía la desnudez de mi palabra, sí me despojo de la imaginación y el sentimiento al decirla, arrójame sin piedad al callejón de los silencios, a la letanía de los sumisos que tiran de sus cadenas sin voluntad ni deseos.
Una palabra que sustituye al universo y se desliza para comprender el sentido de la vida, que transforma el tiempo. Sí pronuncio una palabra más alta que otra y otra en el límite de todas, en el mismo instante en que tiemble mi cordura, deja que me desgarre en el extravío de sus formas.
Palabra difícil de decir, palabra que se pierde en el camino, palabra cubierta de dolor, palabra llena de vida, palabra eterna y fugaz, palabra que no se encuentra en el instante preciso, palabra que cojo al vuelo, palabra que significa e inquieta, que apunta, que libera. Desorden de palabra, palabra negada, palabra cálida, palabra loca, palabra vagabunda, palabra bohemia. La palabra que por bajar a tierra pierde el rumbo y cae al vacío, la palabra que viaja y cuando vuelve es sabia y vieja. Palabreja, palabrota, palabra.
Soy ladrona de mi palabra propia y de la palabra ajena, robo la palabra a las personas y a las cosas y me enfrento a ella por saber qué dice y quién soy. Sí descubres que mi palabra va de una mano sin dueño, si dejo de sonreír, de inventar, de suspirar por ella, invítame a que muera.
¡Uhhhh! ¡Qué maravilla Victoria!
UN BESO SIN PALABRAS