OTOÑO
Y la lluvia cae y me sonríe
Y chorrea minuciosa en el cristal
Y enturbia mi fina transparencia
Y me gotea el tiempo que se vierte
Y la lluvia cae y me moja
Y pesan de los años las ropas
Y vienes a enjuagar mi cadencia
Y tú hueles a bálsamo de hierbas
Y la lluvia cae y te nombro
Y traes la tez como el chocolate
Y los ojos como el mar profundo
Y me gustas mojado, salobre
Y la lluvia abate en la sombra
Y transforma tu nombre en silueta
Y de tu silueta me humedezco
Y vuelves a desnudarme, otoño.
¡Qué hermoso poema Victoria!, contrarresta los efectos negativos del otoño, tus palabras reaniman, reconfortan, refrescan, y se agradecen.
OTOÑO, es que es bonita la palabra, ¿verdad? Si la pronuncias en la mejilla de alguien, o en la boca, o en la frente..., es como un beso, es un beso, O-TO-ÑO.
(Que suerte también que tengamos la eñe)
Un beso grande grande, con abrazo.