A CUCHARADAS
la luna se puede tomar a cucharadas (Jaime Sabines)
Ojala supiera como hacernos un nido
Donde bebernos la luna a cucharadas,
Ojala pudiera hacer que saliera el sol
Y fuera sólo tuya y mía la alborada.
Pero hoy sólo tengo licencia para perderme
En la inmensidad de tu mirada,
Esa misma que me enrojece
Y me arrastra a la calidez del infierno.
Eres la verdadera luz de mi ventana.
Más te acaricio cuanto más grande es la distancia.
Ojala pudiera traerte ahora con un suspiro
Y vulnerar la distancia de nuestros labios,
Ojala te vinieras con el aire, detenerte
Mientras desanudo este enrejado,
Tomarte preso, acariciarte la estatua,
Desnudarte lento, excitarme
Hasta el final de mis pensamientos.
Eres la razón de todos los amaneceres. Te vivo,
Me desvivo en las pautas de los versos
Pero hoy no puedo encontrar la consonancia
En la habitación de mis silencios, sólo te nombro,
Irresistible, ceñido a mis pasiones,
Contrario al precepto, sólo latidos.
Ojala todo fuera una cuestión de palabras,
De sílabas contadas y no de un amor por dentro.
¡Qué bonito Victoria! No es el adjetivo que expresa mis sensaciones, pero no sé cuál... ¡Joé, qué envidia!, pero qué placer leerte... Me quedo con este poema, me gustan todos, pero éste..., especialmente.
Un beso muy grande.