Hablamos de Náuseas
Las palabras también se desgastan por su uso cotidiano a lo largo de los tiempos causando nódulos retorcidos, infectando la lengua e incluso, hasta envejeciendo el semblante. Me hastían las frases hechas encubiertas de tópicos, los mismos de siempre, los que colocamos, frescamente, en todos los momentos elocuentes. Absolutamente todo habla y habla todo al mismo tiempo. A veces me pregunto si es posible que no haya trabas o leyes que prohíban hablar por hablar. Pueden engañarme, engatusarme y apabullarme de necedades y nadie les tapará la boca. Todos tenemos derecho a opinar sin más, a exaltar lo hipócritas que somos, a discutir por simple antojo corporal, a discursear sin principios éticos, ni cívicos, ni tampoco políticos, a cuchichear del vecino por envidia o compasión, a presumir que poseemos dotes exquisitas. Es más fácil así, sin comas ni puntos, escupiéndonos los despojos de nuestro vacío interior y esperando, siempre, eso sí, se nos comprenda y se nos responda.
Unamuno no hubiera dejado hablar, por gusto, a nadie. No escuchaba. Y no creas, yo tampoco te estoy escuchando; es más, me estás agobiando y aburriendo, tu boca es una mosca "cajonera". Tú cómodamente sentado en la común manera de hablar mientras yo intento destensar mi pensamiento; se me escapa algún: si, si, claro, por la boca del respeto. La próxima vez, por favor, me lo podrías decir por escrito... Te interpondría, ahora mismo, una denuncia por violencia acústica. Es que tus palabras no me dicen nada, pero la prudencia me dice que estoy mejor callada. Mientras sigues con el cuento de "la buena pipa", yo miraré las "musarañas", que, aunque tienen el hocico largo, no rinden culto a la plática; observo su recorrido circular, siento náuseas, ahora triangular, otra vez circular, necesito vomitar...bla, bla, bla,... No atiendes a mis gestos, estoy poniendo "cara de rana",... esta burbuja insonorizada, grito que te calles, sssssssss, que te calles, que no te escucho "cara de cartucho". En vano toco a tu cerebro, pero no me respondes, termino pidiendo disculpas: lo siento, necesito ir al baño a desembuchar, todas y cada una, tus pamplinas, tus prepotencias y tus estupideces.
Ya lo decia El ultimo de la fila: "si lo que vas a decir no es mas bello que el silencio...". Chiton, que en boca cerrada no entran moscas ni se fugan mediocridades. Lo peor de todo es que cada vez hay mas charlatanes con incontinencia verbal, que incluso cobran por ello, polemistas les llaman ahora. La cantidad de veces que habremos ansiado la presencia de un excusado publico para poder decir eso de "disculpame chava, que es que tango que ir a soltar lastre...", pero ni por esas.
Bueno, ya no hablo mas, no vaya a ser que se me pegue.