"EL PERFIL DE LOS SUEÑOS" de Paco Huelva
Querido Paco Huelva:
Esta tarde calurosa de final de julio, acabo de dejar un ejemplar de tu último libro "El perfil de los sueños" en el hospital Juan Ramón Jiménez, en mano de un compañero de trabajo, se trata de Antonio, Director del otro Centro Educativo de mi pueblo, al que el maldito destino le ha dado una puñalada por la espalda; pero no creas, podrá enfrentarse a él y vencerlo, estoy segura. Como dedicatoria le escribo algo así como
"Las pesadillas te dan la cara de frente, los sueños lo hacen de perfil. Conquistar los sueños es posible siempre que los tejamos desde la esperanza, la convicción y con fuerza, con mucha fuerza..."
y he elegido el tuyo, haciendo eco de tus propias palabras, porque aunque "un libro nunca podrá contener lo que somos , sí puede modificar lo que seremos.
Precisamente quienes lo lean, y espero que sean muchísimos, no quedarán impasibles porque manipulas con fibras altamente sensibles, las del interior, esas que se entrelazan en el pensamiento solitario y personal y se convierten en viscerales para terminar enfrentándose a una realidad con nombres y apellidos, con lugar y fecha, con sello de identidad.
A través de todos y cada uno de los relatos llego a entender perfectamente cual es el verdadero concepto de la locura; es más, compruebo que yo también estoy loca, que estoy hecha del material de los sueños, que la locura y el sueño son esas fibras sensibles que están en nuestros adentros y que hay que ser muy expertos para manipularlos. Tú nos educa entorno a sus posibles manejos y dejas también abierta la puerta, como una expectativa, para que cada cuál siga experimentando.
La mayoría de textos que engloba "El perfil de los sueños" ya los había leído con anterioridad a su publicación, pero así, de corrido, me han producido mayor impacto quizás por el hecho de que, a pesar de su entronque común, cada uno de ellos me ha provocado una emoción distinta, he pasado fácilmente de la risa al nudo en el estómago. No sabría decantarme por algunos en concreto, si me he quedado con algunas frases ya imborrables, con algunas sorpresas, con algunos pensamientos y con multitud de emociones...
Existen infinidad de caminos paralelos que si se encuentran es en la meta, quizás por ese hacer oídos sordos a lo que realmente queremos oír y pánico a creer en los sueños.
¡un médico! ¡un médico!...¡una enfermera! ¡una enfermera!
A veces, hasta los psiquiatras pueden perder la llave de su cordura.
Algunas mujeres utilizan sus mejores armas para conquistar al hombre que ama, hacen cualquier cosa por él lo mismo que él, incluso puede hasta matarla.
Se mete las manos en el papo y se lava con el fluyo para adquirir más prestancia.
Cualquier sueño se puede truncar en el mismo instante en que empiezas a parpadearlo.
Al despertar de una pesadilla podemos comprobar que para pesadilla la realidad.
Y sobretodo que miedo, que pudor, que cobardía...a adentrarnos por el yo personal, a defendernos de los demás, a tomar iniciativas, a salirnos del rebaño humano.
Y así podría seguir, pero prefiero dejarlo aquí e invitar a su lectura porque realmente merece la pena.
Te felicito Paco por estas reflexiones con las que nos obsequia y animo a que todas las mesillas de noche contengan en su perfil estos maravillosos sueños.
Mi querida niña:
Hace unos instantes te he enviado, destinado también a Rafa y a Manolo, tres relatos que he escrito entre ayer y hoy: espero que te gusten. Luego, he visionado nuevamente -EN EL ORDENADOR, POR SUPUESTO- una de las películas para mí insuperables del cine de occidente, "Ocho y medio" de Federico Fellini, con Marcello Mastroianni y Claudia Cardinale. Y ahora..., ahora que me iba a descansar un rato, leo tu comentario. Hoy es un feliz día para mí. Hago lo que deseo dentro de unos márgenes... digamos, aceptables; siento el calor de la gente que tengo cerca de mí; y, para colmo, me siento vivo, realmente vivo y con ganas de andar nuevos caminos, ya sean reales o ficticios. Creo que no debe pedirse más.
UN CARIÑOSO BESO. BUENAS NOCHES, VICTORIA, Y GRACIAS POR TUS AMABLES PALABRAS.