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Perlas desde la Contracrítica


Siempre he tenido mis narradores y poetas favoritos y, del mismo modo, siempre he sentido inclinación por algunos críticos. Cada vez que veía bajo una reseña la firma de alguno de ellos, la leía una y otra vez y, si me convencía, iba a hacerme con los libros del nuevo autor que me descubrían. A veces eran reseñas en prensa; a veces diarios o conjuntos de ensayos; pero eran siempre nombres en los que uno confiaba y con los que solía estar, más o menos, de acuerdo. Uno no sólo lee un artículo o un libro: uno sigue una trayectoria.


En los últimos años, el papel comparte espacio con Internet, muy especialmente con la blogosfera, que permite a cada lector convertirse en crítico de cada libro que lee y le interesa, o de cada libro que desea promocionar o comentar por uno u otro motivo. Cada lector ofrece su pequeño mundo y eso me parece bien. Lo que no me gusta tanto es el abuso que algunos señores realizan bajo seudónimo en algunas páginas dedicadas a la literatura. El paradigma de lo que no me gusta es Crítica poética y contracrítica, una página en la que cinco personajes que se llaman a sí mismos "poetas y/o críticos" firman bajo el seudónimo Addison de Witt lo que llaman "críticas" de poesía ("para sacar a la luz poemarios que, por su distribución, por ser de poetas proscritos por el sistema, hayan pasado desapercibidos al público"), o "contracríticas" (donde libros que han sido excesivamente valorados por la crítica más oficial son puestos en su sitio).


Lo primero que me choca es el uso del seudónimo. ¿Por qué nos molesta tanto? En primer lugar, porque la mayoría de las contracríticas de este colectivo son ataques "ad hominem", que se basan no en el libro o en consideraciones literarias, sino en cotilleos del tipo: "X puede llevar años sin publicar pero su red de amistades interesantes... (supongo que querrían decir "interesadas", porque suena a reproche y no sé qué reproche se puede hacer a tener amistades interesantes) ...es amplia y extensa y llega casi a cualquier lugar". Lástima que no sepamos quién se esconde en esta ocasión bajo el seudónimo AdW, porque así podríamos conocer también sus filias o sus fobias o sus envidias o intereses o rencillas. Para ellos parece ser lo más importante cuando se lee una reseña o cuando se edita un libro o cuando se concede un premio. Pero hay más: sobre el autor X se dice: "...muy propio de una generación como la suya que ha vivido víctima de la represión sexual." Continúa con otra perla: "Así que no es de extrañar que el reseñista Y, que debe ser de su generación o mayor, hable de provocación." A este comentario, que me sonaría patético incluso si me lo expusiera el presentador más simple de Telecinco (¡sí, ese que están pensando!), se reduce toda la contracrítica. Si leemos en el poemario del autor X que nació en 1967 podemos concluir que, según el señor que firma como AdW, todos los nacidos en los años sesenta hemos sido víctimas de la represión sexual. El reseñista Y, que nació en 1947, lo es aun más, luego los reprimidos son todos los nacidos entre los años cuarenta y setenta. ¡Claro, por eso no entendemos sus mentes preclaras! (Esto es ironía). Intuyo que ellos sí son más jóvenes. Sólo lo intuyo, porque no sé ni quién escribe ni su/s edad/es.



Además, suelen analizar la mayoría de los premios de poesía importantes. Este análisis consiste en mirar la lista de miembros del jurado, que suele publicarse, y analizar sus relaciones con el premiado y el editor. En su opinión esto casi siempre invalida el premio o demuestra lo injusto que ha sido. Ellos dan un premio anual. Se publica la lista de premiados en enero. ¡Lástima que no podamos valorar con su mismo criterio si el premio es justo o no, porque no sabemos quiénes lo han dado!



Hay algo que es aun más sospechoso: también hacen críticas "de algún libro nuestro: La realiza el resto de los miembros del equipo y tratamos de ser más duros de lo normal. Para disimular y para ser justos. Ya ha ocurrido alguna vez y nadie se ha dado cuenta." ¡Hacen críticas de sus propios libros! Claro. ¿Por qué no? Si nadie sabe quiénes son... Y tratan de ser más duros de lo normal... ¿Para disimular o para ser justos? ¿Y cómo quieren que sus lectores se den cuenta? Claro, por los errores de sintaxis podría ser. Ya.


¿Para qué les sirve el seudónimo? Para esconderse tras él y poder decir cualquier simpleza y quedarse tan tranquilos.



Pero no todo es negativo. En la crítica al libro de H podemos leer: "Nuestra autovaloración se ve afectada por lo ocurrido en los premios (de la editorial) Z en los últimos años: 3/10." No es tan fácil entender que han querido decir estos señores. No entendemos qué tiene que ver su "autovaloración", esto es, cómo ellos se valoran a sí mismos, con los premios de dicha editorial. Pero sí es emotivo notar que en un arranque de modestia se valoran con un 3 sobre 10. ¿O no será que no saben escribir y querían decir otra cosa? Habrá que leer los poemas de este AdW. De verdad, me encantaría.



¿Qué me ha llevado a escribir este texto? Es una pregunta razonable y voy a responderla. Hace unos meses entré en la lista de libros del año de esta página y no me interesó demasiado, pero la blogosfera tiene algo que habitualmente da riqueza a las entradas que publican los autores, a la vez que les permiten tener los pies en el suelo: los comentarios. Esta página tiene bastantes. También suelen ser anónimos y, esto es lo más llamativo y lo que diferencia a este blog de muchos otros: siempre están de acuerdo en lo esencial con el AdW autor de la entrada.


He llegado a pensar, y no he abandonado la idea, que los comentarios los hacen los propios autores de la página. No pueden negarme que los seudónimos y el anonimato dan pie a ello. Pero vamos a pensar que no es así, que son autores fascinados por la capacidad crítica de los autores del blog (esto también es ironía). Ingenuo de mí, pensaba: ¿No hay ningún lector que tanga nada favorable que decir sobre Benítez Reyes, Marzal, Vilas, Luis García Montero, Luis Alberto de Cuenca, Sergio Gaspar, Jesús García Sánchez, Miguel García Posada, José Luis García Martín o Ainhoa S. de Zaitegui? Pensé entonces que las personas que sabían algo de poesía, si entraban en esta página, salían sin dejar ningún comentario. Pero como el último libro del poeta X me parece uno de los mejores poemarios que se han escrito en España en los últimos años, decidí dejar un comentario en la entrada. En él no usaba ninguna palabra incorrecta ni malsonante, ni profería ninguna calumnia, ni hacía publicidad de nada. Eso sí, y esto les debió llamar mucho la atención, yo firmaba el comentario con mi nombre y dos apellidos. Seguramente alguno de los autores de AdW, cuando lo leyó, pensó en hacerme una contracrítica diciendo que había descubierto que el poeta X y yo somos amigos, que él habla bien de mí (no tanto como merezco: ironía) y que yo seré un reprimido sexual de esos, porque verá mi fecha de nacimiento. Y de ahí pasaría a que me mato a pajas leyendo los poemas de X, o mejor: los míos. No me resisto a mencionar que, según ellos, escribir "me mato a pajas" es signo de "modernez" porque "la germanía de nuestra Edad de Oro nos avisa que ser moderno debe ser otra cosa." Pero se lo pensaron mejor y decidieron ser coherentes con la línea editorial del blog y sus comentarios hasta ahora, e hicieron lo que suelen hacer: censurar o, si suena demasiado fuerte, no publicar mi comentario porque cuestionaba sus dogmas. Tampoco comentaron dos comentarios del autor X, que en uno de ellos incluso les agradecía la reseña. Por lo visto dudaron que el autor fuera realmente él.


No sé, quizás en el mío también dudaron que fuera yo.


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rafaleon
rafaleon dice:
05/05/2010 12:21

Suscribo todo lo dicho. "Crítica y contracrítica de la poesía" es un espacio nauseabundo y falto de criterio, (ab)usado por unos cobardes ventajistas para dar pedradas escondiendo la mano.

Saludos.

Rafael Suarez Placido
Rafael Suarez Placido dice:
05/05/2010 22:25

Saludos, Rafa León. Alto y claro.

Alberto
Alberto dice:
30/09/2010 13:01

Hola, me parece interesante algo de lo que has dicho, pero ten en cuenta que no valoras la necesidad del anonimato por las posibles venganzas. Es decir, en un hábitat poético como el español, y en casi cualquier otro, no se puede decir nada con libertad sin esperar que se vuelva en tu contra. Nadie acepta la crítica y la guarda para siempre, la endogamia es más que preocupante y el tema de los premios es vergonzoso. Esto no quiere decir que esté de acuerdo con el sesgo que ha tomado la página de contracrítica, que ahora es más bien patética, ni cumple su labor de hacer contracríticas ni la de aportar nuevos libros. Ya parece que no saben escribir bien ni son capaces de escribir casi ni una entrada al mes. Pero antes, hace dos años hicieron cosas muy muy buenas, críticas apegadas al versos, enseñando qué criticaban y porqué. El problema pudo estar en que cambiaran algunos miembros, los mejores, hace un año o año y pico por falta de entusiasmo.
Por otra parte, yo mismo he sido censurado múltiples veces por hablar bien de gente con la excusa de que o era amigo o era spam, cuando no coozco a nadie del mundillo y ellos no lo podrían saber. Otros amigos igual, censurados por opinar con respeto pero a la contra. Además el tono cae a lo más bajuno, al insulto sin pruebas y a la sacralización de la novedad por la novedad. Todavía no sé prácticamente qué es bueno para esta gente después de varios años leyéndolos. Ahora, antes descubrí muchas cosas gracias a ellos y abrí mi horizonte literario. Lo malo es la degeneración y el mal uso del seudónimo, porque lo peor es que tienen razón en usarlo, porque España está podrida. No hay críticas lúcidas y con algún detalle que señale algo mínimamente negativo, al menos casi nunca se publican, y de hacerse suelen ser sore gente sin muchos amigos.

Rafael Suarez Placido
Rafael Suarez Placido dice:
01/10/2010 01:50

Es cierto, Alberto, en el "hábitat" poético español, como tú lo llamas, como casi cualquier otro, como también dices, todo lo que digas se puede volver contra ti. Eso, lo único que significa es que si quieres hacer crítica de poesía, tienes que ser valiente y saber a lo que te expones. Tengo algún amigo, gran poeta, que por haber sido crítico fiel a sus ideas durante años, es constntemente ninguneado como poeta. Yo quiero leer críticas de personas así.
De todas formas, si piensas que gran parte de la crítica que hacen de los libros, de las reseñas y de los premios, se basa en los nombres propios, del autor, del crítico, del editor y de los miembros del jurado; en sus amistades, influencias... no me parece nada lícito hacer ellos sus críticas desde el anonimato. El uso sectáreo de los comentarios que aprueban tampoco es demasiado digno.
No sé quiénes escribían bajo ese seudónimo hace unos años, ni si van cambiando. No me interesa. Partiendo de estas premisas, ni sus aciertos son válidos.
Es mi opinión.
Gracias por tu intervención, y un abrazo.

Jose Maria Cascos
Jose Maria Cascos dice:
14/08/2011 10:07

Crítica a poemas, que yo haya visto, hacen muy poca. Entras en la página y ves un montón de reseñas que, en su mayoría, ponen de vuelta y media a los jurados de numerosos concursos y, por añadidura, descalifican tanto al libro como al autor premiados. Tal proceder me parece poco riguroso. Desde luego, si es cierto que los premios españoles están tan viciados, el sitio en cuestión sería necesario para denunciarlos. Sin embargo, me pregunto si basta con que el premiado conozca al jurado para descalificar tanto al autor cuanto a su obra.
Probablemente, si ese blog,además de criticar a fondo los chanchullos de los premios, hiciese un análisis de la calidad de los poemas, tendríamos una visión más objetiva de los premiados. Ahora nos tenemos que fiar de lo que dice un colectivo del que nadie sabe nada. Efectivamente, a ese colectivo le falta transparencia y objetividad.
Un saludo.