Peter Falk. Un canto a la vida
No te veo, pero sé que estás ahí.
Lo noto.
Estás por aquí desde el día que llegué.
Me gustaría verte la cara,
mirarte a los ojos
y decirte lo bien que se está aquí.
Simplemente tocar algo.
¡Qué frío está esto! ¡Qué gusto!
Mira. Fumar, tomarse un café,
y si lo combinas es fantástico.
O dibujar.
Coges un lápiz y haces una línea gruesa,
luego una línea delgada,
y juntas forman una buena línea.
O si tienes frío en las manos, te las frotas.
¿Ves? Es muy agradable.
¡Hay tantas cosas buenas!
Pero tú no estás aquí. Yo sí.
Me gustaría que estuvieras aquí.
Me gustaría que pudieras hablar conmigo.
Porque en mí tienes un amigo.
Compañero.
httpv://www.youtube.com/watch?v=vcI3XijmZ4o
Estos días ha fallecido Peter Falk, el popular teniente Colombo, siempre desastrado con su gabardina gris y que siempre atinaba a desenmascarar a los criminales de turno. Yo prefiero recordarlo en esta película, una de mis favoritas, El cielo sobre Berlín de Wim Wenders.
En ella hacía el papel de sí mismo. Fue invitado a Berlín, para protagonizar una película sobre los prisioneros de un campo de concentración. Al personaje todos lo conocían como teniente Colombo y él se entretenía tomando apuntes de los actores y los extras.
Esta escena es maravillosa. Un canto a la vida. A las cosas más sencillas de la vida. A las que menos valoramos. Bruno Ganz en un ángel que quiere conocer de primera mano el mundo de los humanos y Peter Falk, que se supone que no lo puede ver, nota su presencia. El monólogo es muy hermoso, como también lo es toda la película, no en vano el guión lo firman a medias Wim Wenders y Peter Handke.
Es una película buenísima. Y una escena preciosa. A mí me puso triste que se muriera Colombo. Colombo, fíjate. En fin. Me ha gustado mucho leer tu entrada.