Algo huele mal
Parece ser que Egipto (la Junta Militar) y Rusia pedirán asesoramiento a los señores Mas y Duran i Lleida, sobre cómo minimizar el desgaste con vistas a unas elecciones. Es cierto, porque el problema no es el subidón que ha dado CiU en estas últimas elecciones, el problema es que lo ha tenido después de las más duras represiones en la calle a los manifestantes del 15M, estos señores de palizas a mujeres también saben lo suyo, como los egipcios, y después de iniciados los recortes sin complejos, en la Sanidad y en la Educación, recortes que ya han supuesto denuncias por pérdidas de vidas humanas, los de Sanidad, claro, los de Educación es más difícil cuantificarlos, pero ya se notarán.
Lo que no saben, ni los rusos ni los militares egipcios, es que es fácil, muy fácil, entender que los resultados electorales del 20N no tenían nada que ver con las actuaciones anteriores de los grupos que ganaron, ni de CiU ni del PP, sino más directamente con la idea generalizada de que había que echar al PSOE y a todo lo que oliera a Zapatero o a tripartito, del poder. Podemos dar un paso más y augurar futuros fracasos para Rosa Díaz (aunque es cierto que está haciendo todo lo posible por arañar simpatías entre los votantes más duros del PP), e IU, que además de beneficiarse de ese sentimiento antiZapatero, ha obviado y relegado su valor más seguro, Gaspar Llamazares, y ha colocado en su lugar, eso sí, elegido democráticamente, claro, a un señor sin ningún carisma ni interés, que necesita como el comer que alguien le diga que cada vez que aparece en un acto público con los dos barbudos, uno a cada lado, recuerda épocas antediluvianas que, supongo, que querrá evitar a toda costa.
Y lo curioso, por increíble, es que sabiendo todo el mundo el papel de Lehman Brothers en la gestación de la crisis que padecemos, no se le haya echado todo el mundo al cuello a Rajoy ni a su recién nombrado Ministro de Economía, Luis de Guindos, que en ningún momento ha escondido su papel de máxima responsabilidad en esta compañía en España y Portugal mientras se iniciaba la crisis. El señor Guindos ha declarado en su toma de posesión que recuperaremos el nivel de bienestar que nunca deberíamos haber perdido. Ya señala en su columna de hoy, Almudena Grandes, que quizás hubiera sido poco apropiado continuar la frase: "... por culpa de la crisis financiera desencadenada por la quiebra de la compañía de inversiones en la que trabajaba yo mismo." Bueno, en eso somos muy europeos, aunque Grecia e Italia lo han hecho a lo grande, eso sí, han colocado como presidentes de gobierno, a tecnócratas que procedían de estas compañías y que, en el caso griego muy especialmente, tienen mucho que ver con el inicio de esta crisis.
Porque parece que de repetir un millón de veces lo mismo, se va a quedar como verdad: la crisis no la empezaron los gobiernos, ni las deudas. Los países se endeudaron para socorrer a los bancos que sí empezaron la crisis.
Sin comentarios, Rafa. No sé a qué lugar se ha marchado la lucidez, la indignación, la rabia...de los españoles. No sé.