1Q84, de Haruki Murakami
PALABRAS COMO ARMAS DE FUEGO
1Q84
Libros 1 y 2
Haruki Murakami
Trad. de Gabriel Álvarez Martínez
Tusquets
ISBN: 978-84-8383-314-8
Barcelona, 2011
26 euros
Nunca me ha resultado fácil saber por qué me ha gustado una novela, ni qué vínculo poderoso se ha establecido entre el autor y el lector, a través del texto. Me gustaría asumir la teoría de la reencarnación, según la cual uno iría recopilando en esta vida fragmentos de vidas pasadas: miradas, olores, palabras. Eso explicaría muchas cosas sin sentido que nos pasan en la vida, muchos azares. Lo mismo ocurriría con las películas, las imágenes, o con la música, los sonidos, y desde luego con los libros. Uno de los personajes de esta novela, que sabe que está a punto de morir, le dice a su asesino: "Las personas somos incapaces de distanciarnos de las imágenes que nos han inculcado en la infancia." Así, la infancia haría la función de esas vidas pasadas. Parece que el escritor japonés Haruki Murakami (Kyoto, 1949) es partidario de esta teoría. Las vidas de sus personajes están marcadas desde la infancia, pero como no lo saben, transcurren, más o menos, plácidamente, hasta que un encuentro aparentemente azaroso les devuelve a la realidad. Entonces miran atrás y, sólo entonces, reconocen que los pasos estaban marcados, que todo tenía un sentido. El azar no existe, parece querer decirnos: es un cúmulo de situaciones y decisiones personales el que nos lleva a algún sitio o a ninguno. Entonces reflexionamos y pensamos que nuestra vida no es como la de los demás: que, por ejemplo, el 1984 en que vivimos no es el mismo año que viven los que nos rodean. De ahí la necesidad de llamarlo de otra manera:1Q84.
Hace unos años que en España se están editando libros de autores japoneses. Antes conocíamos a Yukio Mishima y algunas recopilaciones de haikus. El Nobel impulsó a Yasunari Kawabata y a Kenzaburo Oé, quizás el mejor escritor japonés vivo. Hoy es fácil encontrar ediciones de los clásicos japoneses. Las dos "novelas" fundacionales, Heike monogatori y, especialmente, Genji monogatori (La historia de Genji), las podemos encontrar en distintas y magníficas ediciones. También algunos clásicos del decisivo periodo Meiji, Natsume Soseki y Ogai Morai, o el otro gran clásico japonés, Junichiro Tanizaki, se están editando con cierto éxito. No sé si es una moda que podría ser pasajera, pero sí que es una maravillosa noticia. Hay quien cree que se debe al éxito de Haruki Murakami. Puede que en parte sea así. Después de editar Anagrama La caza del carnero salvaje (1992), ha sido la editorial Tusquets la que está publicando sus libros. Al sur de la frontera, al oeste del sol (2003), Tokio Blues (2005) y Kafka en la orilla (2006), son buenos ejemplos de su narrativa, pero 1Q84 (2011) es su obra más importante hasta el momento. En este volumen tenemos los dos primeros libros; falta un tercero que se publicará pronto. Está estructurado como una novela por entregas. Los dos personajes principales, Tengo y Aomame, se van alternando cada capítulo. Al final de cada uno de ellos el lector desea saltarse el siguiente y volver sobre la historia leída, pero no lo hace porque ya sabe que cada página, cada párrafo, es imprescindible. Un personaje cita a Chejov: "Cuando en una historia aparece un arma de fuego, esta debe ser disparada." Las palabras de Murakami son como armas de fuego. No todas van a ser disparadas, pero no hacerlo también es una decisión que les da cabida en la historia. Con todas estas palabras, el lector se va construyendo su particular 1984, a medida que realiza un viaje fascinante al Japón actual. Hay quien dice que Murakami no parece un autor japonés. Quizás esperan geishas, samuráis, aparatos electrónicos o mangas, eso quién lo sabe. Pero las relaciones entre sus personajes sí son propias de su país. La idea de que no es imprescindible culminar ahora algo para que tenga sentido sí es muy japonesa. Y a mí me gusta pensar, además, que es así. Además los personajes de Murakami no dejan de fascinarnos: hombres y mujeres que pasan por esta vida con el equipaje justo, marcados desde una infancia y recuperando la idea de que estamos aquí de paso para tratar de hacer las cosas un poco mejores. Somos muchos, cada día más, los que esperamos la nueva novela de Murakami para disfrutar con su lectura, para conocernos más, para creer que un mundo mejor es posible.