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LOS VERDADEROS CREYENTES

A través de los módulos penetrantes de la función SCQ (spío cuanto quiero) de mi neumático, roscoidal y telesensorial gorro multifunción -la de las 19 hs., numerada- he podido ver un envío de los que hace El Barbonauta a su lista de contactos, bajo el lema "Los recortes del Barbonauta". En esta ocasión eran varios sobre el asunto ése de los autobuses con anuncios laico-ateos.

Puestos a espiar, vi la respuesta de uno de los receptores en nota electrónica enviada al remitente. Le venía a decir que "los verdaderos creyentes" no pelean ni discuten por esas cosas. A mí me da igual, pero me llamó la atención eso de "los verdaderos creyentes", porque me lío con el concepto:

Para empezar, el término creyente tiene siete acepciones en español y además es el gerundio del verbo creer y un adjetivo que frecuentemente se usa como sustantivo, por lo que habría que delimitar qué significado le damos en el enunciado que me dejó perplejo; pero admitamos que, dado el contexto del comentario, se refería a personas que creen en uno o varios dioses.

Mas, ¿en cuál?, ¿en cuáles? Existe un número enooor...me de dioses, producto de la imaginación, del miedo, del embaucamiento, de la ignorancia humama. El señor Einstein diría también que de la estupidez, infinita según su opinión, pero yo no quiero insultar a nadie, por lo que no me uno al comentario del físico.

De modo que, ¿a quién hay que considerar creyente "verdadero"? ¿Al que cree en Manitú, Jeová, Alá, Mitra, Júpiter, Apolo, Wotan, un faraón egipcio, un césar romano, Ahura Mazda, el sancti spiritu, ...? Porque todos los que creen en esos seres fantásticos, parecen estar convencidos de que el de su preferencia es el verdadero (bueno, los paganos romanos eran más pragmáticos y no se metían con los demás: hasta hacían templos para los dioses desconocidos, por si acaso, así que quizá no estuviesen muy seguros), y, por tanto, los demás humanos no pueden ser "verdaderos creyentes". Hasta guerras se han hecho por semejante bobada.

Mas volvamos al contexto: como se hablaba de autobuses urbanos ingleses y españoles, habrá que pensar que el comentario electrónico se refería a creyentes cristianos -¿anglicanos, católicos, ortodoxos, evangelistas, mormones...?-, y ya en plan contextualizador total, convengamos que el comentarista se refería a los católicos. Esos "verdaderos creyentes", me pregunto, ¿serían los de antes de Ilíberis, de los concilios de Toledo, de Nicea, de Trento, del Vaticano II, concilios todos ellos que se han contradicho e incluso alguno ha dado lugar o ha sido producto de guerras, masacres y barbaridades similares, inquisiciones, luchas entre dominicos y jesuítas, ...?

Supongamos, afinando, que nos estamos refiriendo a católicos de los de ahora. No sé si el verdadero creyente es el de la teología de la liberación, la señorona que va todas las tardes a los jesuítas, el kiko, el opusdeísta, el de los suburbios que Rouco castiga, el capillita, el cura pederasta, el misionero violador, el de misa diaria, el que nunca va a misa porque tiene su propio decálogo del que excluye lo referente al sexo y los dineros, cuestiones verdaderamente sagradas,...

En fin, que sigo sin saber qué es un "verdadero creyente". Y siempre que surge este tema recuerdo, cuando se estaba celebrando el Vaticano II, a tres señoronas que salían de una iglesia católica tras la novena correspondiente y hablaban de las modernuras conciliares, con mucha preocupación, hasta que una infundió tranquilidad a las otras:

- ¡Mira, Palmira, al final nos salvaremos los de siempre!

Más claro el agua: creyentes por miedo a no salvarse, "buenos" por no condenarse, "verdaderos creyentes" por miedo. ¡Lástima que entonces no tenía aún el gorro y nunca pude espiar una conversación entre señorona y director espiritual!