"Vacaciones de invierno"
José Manuel Benítez Ariza es no sólo uno de los mejores poetas de mi generación sino también un excelente narrador, una especie de escritor de culto cuyas novelas y relatos han ido apareciendo en pequeñas editoriales, ajenas a los colorines y la parafernalia de los grandes circuitos. No parece que ser un autor minoritario le preocupe gran cosa: esto no es una carrera de velocidad sino de fondo, y él lo sabe muy bien.
Paréntesis acaba de publicar su nueva novela, Vacaciones de invierno, un relato lleno de humor, una crónica de la España de los años 70, vista a través de los ojos de un niño que tiene que permanecer varias semanas hospitalizado. En días interminables de rutina sanitaria, el protagonista va dejando vívidos retratos de toda una fauna esperpéntica y menesterosa, como eran aquellos tiempos: unos padres prematuramente envejecidos, el celador afeminado y protector, el compañero de juegos hiperactivo... Y, como trasfondo, el ruido del televisor y su canal único, los tebeos de Pumby, los madelman, todo cuanto era importante en la vida de los niños que hoy ya no cumplen los 40.
Una excelente crónica generacional escrita por alguien que estuvo allí.
Paréntesis acaba de publicar su nueva novela, Vacaciones de invierno, un relato lleno de humor, una crónica de la España de los años 70, vista a través de los ojos de un niño que tiene que permanecer varias semanas hospitalizado. En días interminables de rutina sanitaria, el protagonista va dejando vívidos retratos de toda una fauna esperpéntica y menesterosa, como eran aquellos tiempos: unos padres prematuramente envejecidos, el celador afeminado y protector, el compañero de juegos hiperactivo... Y, como trasfondo, el ruido del televisor y su canal único, los tebeos de Pumby, los madelman, todo cuanto era importante en la vida de los niños que hoy ya no cumplen los 40.
Una excelente crónica generacional escrita por alguien que estuvo allí.