HANSEL & HANSEL
Hermano, casi fuimos una cosa junta,
casi fuimos como una misma cosa.
Y ahora dos muñones.
Quizá el bosque era demasiado espeso y me he perdido.
Como sea, da media vuelta, sigue las miguitas
y llegarás a casa.
En el mundo no hay sitio suficiente
para los dos. Éramos como bárbaros,
nuestra sangre de hermanos un chocolate tóxico
donde mojar las garras, ¿lo recuerdas?
Cuando los niños dejan de jugar
es cuando empieza el juego, la hora de la Bruja.
Soy la pequeña ardilla, no me muerdas, hermano,
no me arranques la delicada piel.
La parte de los dos que era yo: te la doy.
Ahora estamos en paz, hermano, mi enemigo.
Despídete: derríbame
de un puñetazo.
A Papá y a Mamá diles que sabe Dios
dónde se habrá metido ese hijoputa.
-De Tienes que irte (La Isla de Siltolá, Sevilla, 2017)-
casi fuimos como una misma cosa.
Y ahora dos muñones.
Quizá el bosque era demasiado espeso y me he perdido.
Como sea, da media vuelta, sigue las miguitas
y llegarás a casa.
En el mundo no hay sitio suficiente
para los dos. Éramos como bárbaros,
nuestra sangre de hermanos un chocolate tóxico
donde mojar las garras, ¿lo recuerdas?
Cuando los niños dejan de jugar
es cuando empieza el juego, la hora de la Bruja.
Soy la pequeña ardilla, no me muerdas, hermano,
no me arranques la delicada piel.
La parte de los dos que era yo: te la doy.
Ahora estamos en paz, hermano, mi enemigo.
Despídete: derríbame
de un puñetazo.
A Papá y a Mamá diles que sabe Dios
dónde se habrá metido ese hijoputa.
-De Tienes que irte (La Isla de Siltolá, Sevilla, 2017)-
Mis hijos envidiarían, sanamente, que yo haya tenido la fortuna de compartir tiempo y espacio con el hacedor de estas líneas. Y yo les comprendería... Gracias.